
7 de junio de 2025/Mar Muñoz/Foto: Plaza1
La Plaza de Toros de Las Ventas celebró la vigesimosexta de la Feria de San Isidro con un encierro de Adolfo Martín para Antonio Ferrera, Fernando Robleño y Manuel Escribano. Los de Adolfo Martín estuvieron bien presentados con las teclas características de su encaste y justos de fuerza. No permitieron el lucimiento de la terna e incluso el cuarto tuvo que ser devuelto. Aunque tampoco dio opciones el sobrero de Martín Lorca. Antonio Ferrera dejó pinceladas de su arte por ambos pitones con el primero de la tarde, pero con el sobrero no tuvo opciones. Fernando Robleño no tuvo opciones con el segundo, con el que mantuvo un tira y afloja. Dejó clase, torería y valor seco con el quinto. Manuel Escribano alargó con un tercero que no tenía un pase y expuso con valor seco ante el sexto.
Antonio Ferrera paró a «Sevillano» con una brega adornada con su capote azul. Le brindó el toro en los medios a Robleño, para después buscar los terrenos donde comenzar su faena, haciéndolo por el pitón derecho, para sobre la marcha cambiar al natural con lucimiento. Montó la muleta, tocando con voz y firmeza para ir metiéndolo en su muleta. Le faltaba movilidad y no tenía transmisión. Cambió al natural, pero se le vino por dentro y casi le prende. Aún así volvió a la cara por ese pitón, de uno en uno, bajándole la mano y llevándolo hasta el final. Retomó el derecho, pero ya le costaba, así que de uno en uno con la muleta planchá y girando sobre sí mismo le fue robando los pases. Al entrar a matar cayó en la cara del toro, aunque sin aparentes consecuencias mientras escuchaba un aviso. Se volvió a perfilar y hundió el estoque.
Fernando Robleño bregó con «Madroñito», llevándolo hasta los medios. Genuflexo le fue obligando para seguir por el derecho, perdiéndole pasos para aprovechar la inercia, pero no encontraba el acople con el. Cambió al natural, le daba el pecho y tiraba de el intentando ligar, pero tenía que llevarle de uno en uno. Retomó el pitón derecho, peeo el animal simplemente pasaba por su muleta, así que decidió no alargar. Dejó una estocada entera.
Manuel Escribano no pudo estirarse con «Baratero». Protagonizó el tercio de banderillas con lucimiento. Por el derecho intentó comenzar su faena, pero el toro era bronco y casi lo prende. Decidió cambiar al natural, pero también se frenaba en mitad del pase, sacando la cara alta. Escribano solo podía aguantar y pasarlo. Retomó el derecho, pero no tenía un pase y aun así lo pasó en su muleta. Volvió al pitón izquierdo, dejando algunos naturales de raza y vergüenza torera que cerró con un desplante rodilla en tierra. Escribano insistía hasta que lo desarmó, pero volvió a la cara insistiendo ante el peligro con un toro parado y el desacuerdo del tendido. Pinchó mientras escuchaba el primer aviso, siendo al segundo intento cuando dejara una estocada defectuosa.
Antonio Ferrera llevó a «Cartuchero» en una brega en su saludo capotero. En el tercio de varas se pidió el cambio del toro, un cambio que concedió el presidente. El animal no se tenía en pie, pero Ferrera le intentó llevar a la puerta de toriles, teniendo que ser apuntillado. Salió «Rociero» de Martín Lorca con el que no pudo lucirse en el saludo capotero. Genuflexo, en el tercio, lo fue pasando y probando intentando seguir por el derecho de un animal que no atendía al cite de Ferrera. Cambió al natural, pero había que perderle pasos y reestructurar. Montó la muleta, pero seguía sin acoplarse con el. De uno en uno intentando poner lo que al astado le faltaba lo fue pasando alternando pitones sin lucimiento. A base de empeño le robó algún natural con poso. Decidió no alargar, dejando algo más de media que fue suficiente.
Fernando Robleño tuvo que saludar una ovación del público venteño antes de parar en su capote a » Aviador» con el que no pudo lucirse. Bajo el tendido del siete, genuflexo, lo pasó por ambos pitonesnpara después siguir por el derecho. Le dio sitio y a media altura lo fue pasando en su muleta sin lucimiento. Cambió al natural y de uno en uno fue robándole los naturales a un animal áspero y parado que lo desarmó. Volvió a la cara por el pitón derecho, pero se le vinía recto y casi lo prende. Fue a base de tesón cuando lograra dejar una tanda de peso. Logró con empeño, torería y valor seco algunos naturales con sabor pegado a las tablas del seis que reconoció el respetable. Mató con aseo.
Manuel Escribano se fue a puertagayola a recibir a «Madroño» para después siguir con una larga cambiada en rodillas y un recital de verónicas. El sevillano volvió a protagonizar el tercio de banderillas con pares reunidos y lucidos y aplaudidos en el tendido. Brindó al respetable y bajo el tendido del seis, pegado a tablas, lo fue sacando, probándolo por ambos pitones. Bucó los terrenos donde comenzar su faena y quiso hacerlo por el derecho, pero casi le prende y cambió al natural. Había que perderle pasos y no había forma de pasarlo en la franela. Se volvía rápido y buscaba, pero el sevillano le dio el pecho e intentó tirar de el, a pesar de que era un imposible. Montó la muleta, ante un animal que tenía una embestida descompuesta y defensiva. Escribano no desistía en su empeño, así que retomó el pitón izquierdo exponiendo, sin lograr que el animal se dejara lidiar. Lo macheteó, hizo un desplante y fue a por la espada le sonó un aviso antes de colocarlo en suerte y dejar una entera efectiva.
Ficha del festejo:
Las Ventas. Madrid. Toros de Adolfo Martín para Antonio Ferrera, ovación tras aviso y silencio; Fernando Robleño, silencio y vuelta al ruedo tras ovación y Manuel Escribano, silencio tras aviso y ovación.