
19 de junio de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Toledo celebró la corrida del Corpus Christi, en la que los diestros Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Tomás Rufo se midieron a los ejemplares de Daniel Ruiz. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, se agotaron rápido, pero mostraron nobleza y buenos inicios, con calidad. Morante, sin grandes florituras, encontró medianamente la expresión ante un primero de salidas deslucidas que no le permitían el acople total con el animal. Morante metió en su faena al sobrero, faena que desarrolló al natural, con un toreo a cámara lenta dotado de suavidad y temple con el que enloqucieron los tendidos. Roca Rey desarrolló una faena de intensidad, con un inicio explosivo en rodillas, que después continuó con una faena de calado y emoción ante un toro noble y de calidad. Se fue apagando poco a poco, pero se metió entre pitones para poner lo que ya no le daba el animal. Con el quinto no tuvo opciones, teniendo que pasaportarlo metiendo en tablas. Tomás Rufo dejó momentos de calidad sobre el pitón derecho de un tercero de buena condición que se fue apagando y al que tuvo que insistir para meter en la tela. Rufo encontró la expresión con un toreo al natural a cámara lenta en el que cuajó cada pase.
Morante cala en los tendidos y es ovacionado ante el primero de la tarde
Morante saludó al primero de la tarde por alto, buscando el acople para después estirarse a la verónica, rematando a una mano. Inició la faena por abajo, pasándolo despacio, para después llevárselo a los medios e iniciar el toreo al natural. Con quietud, le adelantó la mano, le mostró los vuelos y alargó el brazo para llevárselo atrás. Poco a poco, a pesar de las salidas broncas y deslucidas, su labor estaba calando en los tendidos. Cambió de mano y sobre el pitón derecho continuó su faena con desmayo, en un toreo cadencioso de tandas lentas y medias en los mismos medios. Retomó el izquierdo, entre adornos y aquel sabor añejo. Siguió alternando los pitones de un ejemplar que siguió el engaño y que en el inicio metía la cara abajo, pero que en mitad del trazo la soltaba y punteaba la tela. Mató con acierto.
Roca Rey corta las dos orejas al buen segundo de Daniel Ruiz
Andrés Roca Rey logró encelar en su capote a un toro suelto e incierto, pudiendo incluso estirarse y dejar algún que otro detalle. Después de que pasara el tercio de varas, el peruano se echó el capote a la espalda y se lució en su quite. Se fue a los medios para brindar al respetable e iniciar su faena cerca de las tablas, de rodillas, esperando a un toro que después de pasarlo tardó en repetir y se le venía andando. Roca Rey tuvo paciencia y aguante en rodillas, apurando con un toro noble, pero al que dio todas las ventajas. Aquel inicio explosivo levantó a los tendidos, que se mantuvieron atentos. Continuó su faena sobre el pitón derecho, envolviéndoselo, bajándole la mano, dándole continuidad a una serie con emoción. Dosificó, dio tiempo y siguió sobre el derecho adelantándole la mano, atándolo en corto, dejándosela puesta a un toro con fijeza y entrega. Cambió al toreo al natural, tocándolo con firmeza, aunque desarrollándola con cierta intermitencia, tratando de ordenar las embestidas. El toro cada vez se quedaba más parado, pero Roca, acortando las distancias, muy despacio logró pasarlo, dejándosela muy puesta en la cara, aguantando los parones, metiéndose entre pitones. Se tiró con todo a matar, pero no encontró acierto, matándolo con el golpe de cruceta.
Rufo desluce con el acero su faena al primero de su lote
Tomás Rufo se fue a la puerta de chiqueros para recibir a portagayola al tercero de la tarde y primero de su lote, pudiendo después lucirse con el desde los medios. Brindó a Álvaro Lorenzo e inició la faena de muleta a pies juntos, más allá de la raya del tercio, para después envolvérselo sobre el pitón derecho. Le echó los vuelos con suavidad, se los dejó puestos y el animal los siguió, aunque punteando la tela. Dosificó y le dio tiempo y sitio antes de seguir con la derecha, bajándole la mano y llevándolo cosido al engaño. Cambió al toreo al natural, alargando el trazo, aprovechando los vuelos, midiendo mucho, con parones en la tanda para ordenar y dar forma, sin terminar de obligarlo por abajo para evitar que perdiera las manos. Recuperó el pitón derecho, apurando las distancias, insistiendo con firmeza en los toques ante un toro noble venido a menos pero lo que tuvo lo mostró con calidad. Deslució con los aceros, metiéndolo al segundo intento.
Morante corta una oreja al primer sobrero de la tarde
Un inspirado Morante de la Puebla saludó al cuarto, un toro que tardó en entrar, pero al que recibió con puro arte, envolviéndoselo en el capote. Después de que el público protestara al toro durante el tercio de banderillas, el presidente decidió sacar el pañuelo verdad. En su lugar salió el primer sobrero, de nombre «Alfarero» también de la ganadería de Daniel Ruiz. Se estiró el de la Puebla con el sobrero. En la faena de muleta, se sentó en el estribo y ahí decidió iniciarla, pasándolo a pesar de apurarse contra las tablas. Aquello hizo que la plaza enloqueciera, después siguió sobre el pitón derecho de un animal que, aunque se paraba, seguía el engaño, humillando, pero sin continuidad ni emoción en sus embestidas. Cambió al natural, por alto y en largo, sin quitarle el engaño de la cara. No hubo ligazón, pero ante las asperezas la suavidad y temple de Morante, que lo fue metiendo, dándole tiempo y sitio, aguantando y esperando las embestidas, evitando que se desordenada y descompusiera. Siguió al natural, cruzándose, buscando el sitio, adelantándole el engaño a la cara, pasándolo a cámara lenta, apurando incluso las distancias con el sobrero de Daniel Ruiz. Encontró las virtudes, las exprimió y sobre ellas encontró la expresión al natural. Mató con acierto.
Roca Rey, sin opciones con el quinto de la tarde
Saludó con variedad y lucimiento al segundo de su lote. Se alcanzó la faena de muleta y Roca Rey lo trasteó por ambos pitones, tratando de tirar del animal y sacarlo de tablas. El de Daniel Ruiz no andaba sobrado de fuerzas y se iba a tablas cantando su condición. El peruano lo intentó en el tercio, sobre el pitón derecho, sin lograr completar una tanda. Sin opciones, el diestro tuvo que pasaportarlo.
Tomás Rufo corta una oreja al sexto
Tomás Rufo quiso estirarse con el sexto, a pesar de sus asperezas en las salidas, logrando meterlo en el capote. Templó y llevó por abajo en el quite al de Daniel Ruiz. Después de un gran tercio de banderillas, Rufo tomó la muleta, brindó desde los medios e inició su faena en el tercio con unos ayudados por alto, para después bajarle la mano y envolvérselo por abajo. Continuó por el derecho, muy despacio, aprovechando aquella media embestida que se envolvió a la cadera por abajo. Se cruzó y muy despacio ligó unas tandas al natural en las que le dejó puesto el engaño y tiró de la embestida con paciencia, cadencia y torería, cuajando uno a uno los naturales. Se saboreó a cámara lenta el toreo de Rufo, que desarrolló su faena sobre el pitón izquierdo, mayoritariamente. El toro obedecía las demandas del matador, que a pesar de ir a menos su entrega, Rufo lo exprimió hasta vaciarlo. Se tiró a matar con verdad y tuvo acierto en su estocada.
Ficha del festejo:
Toledo. Toros de Daniel Ruiz. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, se agotaron rápido, pero mostraron nobleza y buenos inicios, con calidad. Morante de la Puebla, saludos y oreja; Andrés Roca Rey, dos orejas y silencio; Tomás Rufo, ovación y oreja.
Incidencias:
Al finalizar el paseíllo se guardó un minutos de silencio y se escuchó el Himno de España.