Destacan la raza de Borja y la pureza y verdad de Víctor, que sufre un aparatoso percance, en Torrejón de Ardoz (Fotos)

21 de junio de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Torrejón de Ardoz celebró la primera corrida de su Feria taurina, en la que los diestros Diego Urdiales, Borja Jiménez y Víctor Hernández se midieron a los ejemplares de la ganadería de Domingo Hernández. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, no dieron demasiadas facilidades, presentando muchas teclas e incluso con peligro sordo. Urdiales derrochó torería y empaque con un primer toro con calidad pero que se fue viniendo a menos en entrega. No terminó de redondear su faena con el cuarto el riojano, faltándole acople. Borja desarrolló una faena de raza y garra ante un toro flojo y escaso venido a menos al que a base de mérito le robó las embestidas ya al natural. Meritoria labor ante el quinto, al que le robó cada embestida, imponiéndose, logrando mantener en el engaño un toro suelto y ajeno a la tela. Faena completa de Víctor Hernández ante un buen ejemplar de Domingo Hernández, al que pudo cuajar por momentos, dejando muletazos de sabor y empaque. Estaba siendo meritoria su labor con el sexto, un toro complejo, que ya le había avisado en más de una ocasión de su peligro sordo. Lo prendió y volteó bruscamente y aunque en un primer momento se temía lo peor, sufrió una conmoción.

Urdiales desluce con el acero una faena de empaque y torería

Urdiales derrochó arte y torería en su saludo capotero al primero de la tarde, un toro con calidad y que le permitió la expresión. Sin embargo, la lluvia empezó a caer con fuerza y mucha de la gente que estaba en los tendidos tuvo que abandonar sus localidades. Inició su faena entre el desconcierto de unos tendidos que seguía intentando aguarecerse de la lluvia. Mientras tanto, Urdiales comenzaba despacio, con suavidad y mucha torería ante un toro con calidad y que le permitió dejar momentos de expresión. Se lo fue envolviendo y aunque el toro seguía atendiendo a las demandas del riojano ya cada vez le costaba más pasar. Aún así derrochó nobleza, y siguió permitiendo la expresión al diestro, que lo buscó por ambos pitones, siempre dosificando, uno a uno. Pudo dejar detalles con empaque y torería, culminando con una estocada al tercer intento.

Borja, ganas y mucha raza ante un segundo escaso

Borja saludó con dos largas cambiadas de rodillas junto a las tablas al primero de su lote. Se alcanzó la faena de muleta y la inició agarrado a la madera, para después ganarle terreno con despaciosidad y mucha suavidad. El animal andaba justo de fuerza y el sevillano no se excedió en sus demandas. Sobre el derecho le llevó a media altura. Sin embargo, también lo mostró al natural, robándole las embestidas a base de raza y mucha garra, tocando con firmeza y poder en la cara de un toro cada vez más corto y mermado, teniendo que insistirle para poder pasarlo.

Víctor Hernández corta una oreja con fuerte petición de la segunda

Saludó Víctor Hernández al primero de su lote con una larga cambiada de rodillas para después estirarse con el a la verónica. Se lució también en el quite, en el que se echó el capote a la espalda. Decidió iniciar su faena de rodillas, con un pase cambiado por la espalda, aprovechando la inercia para ligar aquel comienzo explosivo que emocionó a los tendidos. Siguió por el pitón derecho en una tanda de expresión y calidad en la que le bajó la mano, se la corrió y se lo envolvió a base de dejársela puesta y tirar de una embestida noble y con clase. Se asentó con el, encajándose, llevándoselo a la cadera. Sin embargo, quiso recuperar aquel pitón derecho, apurando las distancias, metiéndose ya en tablas, aguantando la proximidad de los pitones a su taleguilla, así como los parones a medio viaje. Lo había cuajado y la faena estaba hecha, sin embargo, logró meter el acero al segundo intento, dejando una estocada en buen sitio y efectiva.

Urdiales no termina de redondear su actuación con el cuarto

Se lució Urdiales en su saludo capotero ante el cuarto de la tarde. En la faena de muleta lo recibió en el engaño con algunos pases de tanteo por abajo con los que le fue ganando terreno y sacando algo más allá del tercio. No era del todo regular, metiéndose por dentro y con muchas asperezas que limar. El riojano se dispuso sobre el pitón derecho, tratando de pasarlo con suavidad, pero sin terminar de encontrar el acople ante un ejemplar bronco y complejo. Cambió al natural, aprovechando los vuelos para darle amplitud al trazo, abriendo la embestida. Poco a poco fue dando sus tiempos, pasando de uno en uno, con mucha intermitencia a un toro que no completaba los pases y que se quedaba corto, que incluso si lo dejabas pensar iba directo a por el. Aunque decidió desarrollar su faena, mayoritariamente al natural, culminó con una tanda por el derecho en la que se la dejó puesta y permitió que la siguiera sin quitársela de la cara. No convenció ni pufo redondear su faena. Metió la mano con acierto.

Borja corta una oreja al quinto

Borja quiso recibir al segundo de su lote sentado en el estribo, sin embargo, el toro salió suelto y ajeno a la tela, por lo que tuvo que ser en los medios donde el sevillano lo bregara y metiera con suavidad hasta poder estirarse. Se inició la faena de muleta y sin demasiadas opciones se dispuso a meterlo llevándolo sobre el pitón derecho en los terrenos que le marcó el animal. A base de entrega y mucha raza lo pudo meter, llevándolo con mucha voz y firmeza. Cambió al natural, teniendo que mantenerse en un tira y afloja para que no saliera suelto del engaño. Borja buscó recursos y numerosos adornos para poner todo lo que le faltaba al segundo de su lote. Lo hizo pasar con poder y determinación, calando en los tendidos. Encontró ritmo y emoción en una faena en la que no se auguraba. Lo había cuajado y se había impuesto. Mató con acierto aunque el.toro tardó en doblar.

Entrega y disposición de Víctor, que es trasladado a la enfermería inconsciente 

Disposición y firmeza de Víctor Hernández con su saludo capotero ante el sexto de la tarde y segundo de su lote. Brindó desde los medios e inició su faena de muleta a pies juntos por ayudados por alto para después andarle y sacarlo del tercio. Siguió sobre el pitón izquierdo de un animal parado y para nada pronto. Sin embargo, en los tendidos estaban más pendientes del gato que se metió al ruedo que de la meritoria labor del alcarreño, que se estaba exponiendo para poder robarle cada embestida a aquel toro reservón y muy incierto. Víctor se midió a un sexto nada sencillo, sin demasiado interés en sus demandas, con un peligro sordo que finalmente se hizo presente, prendiéndole bruscamente, teniendo que ser trasladado inconsciente a la enfermería. Miraba, se lo pensaba y avisó en todo momento. Ante la incertidumbre tuvo que salir Urdiales a hacerse cargo del animal para pasaportarlo.

Ficha del festejo:

Torrejón de Ardoz. Toros de Domingo Hernández. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, no dieron demasiadas facilidades, presentando muchas teclas e incluso con peligro sordo. Diego Urdiales, silencio y silencio; Borja Jiménez, palmas y oreja; Víctor Hernández, oreja y trasladado a la enfermería.

Incidencias:

Al finalizar el paseíllo se celebró un respetuoso minuto de silencio en memoria de Manolo Lozano. Además, también se escuchó El Himno Nacional. 

En el sexto, tras ser volteado bruscamente, Víctor Hernández fue trasladado inconsciente a la enfermería, donde después de examinarlo se determinó que había sufrido una conmoción.

 

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