Un contundente Fernando Adrián abre la Puerta Grande en una tarde de oportunidades limitadas en Torrejón de Ardoz (Fotos y Video)

23 de junio de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Emilio Méndez

Torrejón de Ardoz celebró una corrida de toros en la que los diestros Emilio de Justo, Fortes, que sustituía a Marco Pérez, y Fernando Adrián se midieron a los ejemplares de la ganadería de Valdefresno. Los animales salieron sin demasiadas opciones, agotándose rápido, manseando y presentando más complicaciones que virtudes en la tela. Destacó por movilidad y entrega el tercero, al que también se puede sumar un buen sexto que tuvo emoción. Emilio de Justo se midió a un primer toro escaso y muy justo de fuerza que no se entregó ni le brindó opciones al diestro. Desarrolló una faena muy meritoria con un toro manso y sin opciones que no le dio ninguna facilidad. Fortes lo buscó e intentó con su primero por ambos pitones, sin bajarle la mano, aguantando una embestida ajena a todo. Meritoria faena en la que Fortes se impuso a la mansedumbre del quinto, metiéndolo y logrando completar, con aquella media embestida, tandas enteras. Fernando Adrián encontró a un tercero de buena calidad, con fijeza y entrega, al que llevó y se expresó, sobre todo por el pitón derecho, el pitón del toro. Faena de intensidad, raza y garra ante el sexto, un toro que se prestó a la movilidad y a la expresión, aunque teclas, siguiendo el engaño una vez dentro.

Emilio de Justo, sin opciones con el primero de la tarde

Saludó Emilio de Justo al primero de la tarde sin poder estirarse con el, llevándolo sin que esté se encelase. Al animal no le sobraban las fuerzas, pero alcanzó a derribar al caballo. En el inicio de faena Emilio tiró de el por abajo, con suavidad lejos sin lograr que no perdiera las manos. Logró una tanda a media altura, sobre el pitón derecho, a su ritmo, sin excederse en sus demandas. Tuvo que tocarlo a base de firmeza y mucho voz, marcando el trazo, como hizo en el toreo al natural. Hizo varias tandas sobre aquel pitón izquierdo, ya aguantando una embestida a medio viaje sin emoción ni entrega. El diestro lo mostró e intentó, pero perdía las manos y no había opciones para el lucimiento.

Fortes, entrega y firmeza ante toro sin opciones

Fortes logró meter en su capote al primero de su lote, un toro que también salió suelto, pero con el que pudo dejar algunos matices en los medios. Brindó desde los medios y fue a por el de Valdefresno para recibirlo en la franela a pies juntos. Sin embargo, después de que saliera suelto, cambió los terrenos y se lo llevó genuflexo, prácticamente, a los medios para empezar a llevarlo sobre el derecho muy despacio, pasándolo a media altura. No había entrega por parte del de Valdefresno, sin embargo, Fortes decidió insistir y mostrarlo con un toreo al natural largo y delicado, jugándosela con una embestida cada vez más apagada. Recuperó el pitón derecho y continuó alternando con un toro ajeno a todo que ya no pasaba y con el que Fortes tuvo que poner todo lo que le faltaba, acortando distancias. Falló con el acero, a pesar de tirarse con todo.

Fernando Adrián corta la primera oreja de la tarde

Fernando Adrián se estiró con el tercero en su saludo capotero. Tuvo emoción aquel inicio del diestro a pies juntos con un pase cambiado por la espalda sin probaturas, logrando ligar varios muletazos después. Continuó con la mano derecha, envolviéndoselo, aprovechando la movilidad y fijeza de un toro con motor y celo que le dio chispa para que el diestro encontrará expresión y acople. Hubo ligazón en su labor sobre el pitón derecho, dejándosela puesta y tirando del animal. Cambió al toreo al natural, pero las.mebestidas no fueron las mismas, y el de Valdefresno se había a menos, pero mantenía su fijeza y entrega, por lo que Fernando Adrián lo exprimió con algunos pases cambiados y una nueva tanda sobre el derecho que caló con fuerza en el tendido, dada la rotundidad con la que la desarrolló. Metió el acero con todo, pero el animal se demoró en doblar y tivo que descabellar.

Emilio de Justo, sin opciones con un cuarto manso

Emilio de Justo recibió al cuarto, primero con una brega llevada para después lucirse con algunos matices. Se inició la faena después de un complejo tercio de banderillas, pero el toro no presentó mejores condiciones, saliendo suelto y manseando. Obligó a Emilio de Justo a cambiar los terrenos en varias ocasiones, pudiendo pasarlo sobre el derecho, muy encajado, con profundidad y cierta continuidad. Se lo llevó a los medios, alejado de toda querencia, para dejársela puesta y llevarlo metido hasta en dos tandas, a pesar de que en los inicios de cada uno de ellos se lo pensara. Se le volvió a ir, pero Emilio decidió torearlo, también por el derecho, en lo terrenos que le había pautado, pasándolo sin bajarle la mano. Lo mostró al natural, pero tuvo que recuperar el pitón derecho para terminar de pasarlo el.

Fortes, imposición y mando con un escaso y manso quinto

Fortes trató de buscar al quinto, al que bregó y llevó con algunos matices en su saludo capotero. Montera puesta y andándole al de Valdefresno inició su faena el diestro, tratando de sujetarlo para que no saliera suelto. Siguió muy despacio y con mucho temple, derrochando torería en cada pase. Lo llevó al natural, en un toreo lento y pausado, ordenando una faena con cierto ritmo, en la que se lo pudo envolver llevándolo muy tapado, pasándoselo a su alrededor con cadencia. Montó el engaño y sobre el derecho, costándole mucho, teniendo que imponerse a la mansedumbre y a aquella media embestida con la que Fortes trató de dar forma a su faena. Aunque le metió bien el acero, el animal no doblaba, por lo que tuvo que descabellar.

Fernando Adrián corta las dos orejas al sexto

Fernando Adrián saludó de rodillas, con una larga cambiada al hilo de las tablas, al sexto de la tarde, para después estirarse con el desde los medios. Se dispuso de rodillas para iniciar su faena desde los medios, sin probaturas, con un pase cambiado por la espalda, predecesor de otros tantos que desarrolló con ritmo y ligazón, aprovechando la inercia y movilidad del animal. El de Valdefresno tenía también sus teclas, miraba, pero atendía a las demandas del madrileño, que eligió el pitón derecho para continuar. Aunque no tardó en cambiar al toro al natural, marcando el trazo y ayudándolo en las salidas, aunque siempre dejándosela puesta y aprovechando su fijeza. Cada vez se paraba más y le costaba atender más a los cites, por eso, Fernando Adrián volvió al derecho y a base de voz lo fue llevando en unas series de raza y mucha garra. Mató con todo.

Ficha del festejo:

Torrejón de Ardoz. Toros de Valdefresno. Los animales salieron sin demasiadas opciones, agotándose rápido, manseando y presentando más complicaciones que virtudes en la tela. Destacó por movilidad y entrega el tercero, al que también se puede sumar un buen sexto que tuvo emoción. Emilio de Justo, silencio tras aviso y silencio tras aviso; Fortes, palmas tras aviso y palmas; Fernando Adrián, oreja tras aviso y dos orejas.


 

 

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