19 de julio de 2025/Texto y fotos: Emilio Méndez
Mont de Marsan ha celebrado la cuarta corrida de toros de su Feria de la Madeleine 2025, en la que los diestros Juan Ortega, Andrés Roca Rey y Clemente se midieron a los ejemplares de la ganadería de El Parralejo. Los animales fueron variados en comportamiento, siendo llevaderos pero escasos en fuerza y entrega. Les llegó a faltar chispa, por lo que los diestros no lograron conectar con los tendidos. El más destacado fue el tercero de la tarde, un toro con clase y calidad, con el que se saborearon buenos momentos. Juan Ortega cuidó la embestida del primero después de que se lastimara durante el recibo capotero, por lo que su faena no pudo ir a más. No tuvo opciones ante el cuarto, un toro que acusó su falta de fuerza y no le brindó opciones al diestro. Andrés Roca Rey desarrolló una faena de matices ante el segundo, con el que tuvo un inicio explosivo e incluso se lo pudo envolver con temple. Desarrolló una faena de sello propio con entrega y firmeza ante un toro al que le faltó chispa. Clemente tuvo en sus manos el triunfo ante el tercero tras una faena importante, que empañó con el acero, en el que le cuajó por ambos lados, sobre todo al natural, toreando con profundidad. Clemente se fue a por todas pero su faena ante el sexto se fue enfriando, a pesar de dejar pinceladas buenas de un toreo con empaque y buen concepto.
Juan Ortega, palmas ante el primero de la tarde, un toro lastimado en el capote
Salió el primero de la tarde, al que recibió Juan Ortega. Sin embargo, en los primeros lances de recibo, el animal dio una vuelta de campana, que acusó en los tercios posteriores, a pesar de la calidad del toro. Aunque siguió con algunos lances, el de El Parralejo se había lastimado en aquel percance y apenas cumplió en el caballo. En la faena de muleta, el diestro sevillano trató de administrarlo todo lo que pudo, lo mejor posible. Le administró algunos pases, pero el toro no pudo romper a más, por lo que culminó una faena con algunos muletazos aislados, con una estocada en buen sitio.
Andrés Roca Rey, ovacionado tras una faena de emoción y matices ante el segundo
Andrés Roca Rey saludó al segundo de la tarde, un toro que de salida parecía lastimado, pero al que aguantaron. El peruano se expresó con su capote por verónicas, las cuales remató con torería. El de El Parralejo cumplió en el caballo durante el tercio de varas, dando paso a todo un quitazo de Clemente por tapatías, que tuvo su respectiva réplica con un quite variado de Roca Rey por tafalleras, gaoneras y saltilleras con el que llegó con fuerza al tendido. Se alcanzó la faena de muleta, aunque previamente brindó al también matador de toros Tomás Rufo. La inició de rodillas, pegándole los primeros pases con algún cambiado por la espalda, pasándoselo muy cerca. La faena fue a más, toreando a base de poderío, pudiendo dejar muletazos en redondo muy templados. Culminó con una estocada en buen sitio, aunque ligeramente caída.
Clemente, ovacionado tras una faena importante que empañó con el acero
Clemente saludó con gusto al tercero de la tarde, doblándose con el a la verónica con gusto hasta culminar su saludo capotero con un remate muy torero. El de El Retamar mostró clase y calidad, entregándose en los tercios. Tomó la muleta el francés para brindar al matador de toros Juan Bautista e iniciar una labor muy importante en la que cuajó su faena. Toreó a base de empaque y mucha torería por ambos pitones, sobre todo por el izquierdo, con naturales muy profundos. Desafortunadamente, lo que parecía un triunfo importante, se esfumó por el mal uso del acero tras dejar una estocada caída y tendida.
Silencio para Juan Ortega ante el cuarto, un toro escaso y sin contenido
Juan Ortega recibió en su capote al cuarto de la tarde, un toro que acusó la falta de fuerza desde el principio y con el que solo pudo dejar algunos capotazos sin poder lucirse con el. Se alcanzó la faena de muleta, en la que el de El Parralejo no puso demasiado de su parte, a pesar de los intentos y entrega del sevillano. Lo buscó por ambos lados, pudiendo dejar alguna que otra pincelada con un toro que se acabó rápido. Ortega tampoco tuvo demasiado acierto con el acero.
Roca Rey, palmas tras una faena de disposición a la que le faltó chispa y emoción
Salió el quinto de la tarde, un toro de El Parralejo que le correspondió a Andrés Roca Rey, quien lo saludó con algunos lances de recibo. La faena de muleta decidió iniciarla con dos pases cambiados por la espalda, para después desarrollar una labor de mucha actitud y poder, muy fiel a su estilo. Sin embargo, su faena no llegó a transmitir con fuerza en los tendidos, a pesar de intentarlo por ambos lados con disposición y entrega. No hubo conexión y tampoco ayudó el de El Parralejo con su embestida, a la que le faltaba chispa. A pesar de dejar una buena estocada, el peruano fue aplaudido.
Clemente, palmas tras una faena de más a menos que se fue enfriando
Clemente fue a por todas ante el sexto, recibiéndolo con una larga cambiada de rodillas para después seguir estirándose con algunas verónicas que llegaron con fuerza al tendido. Después de que El Parralejo pasara por el caballo y fuera bien picado, Clemente brindó al respetable. Inició su labor con la muleta por ayudados para después seguir con empaque y buen concepto en una faena que fue de más a menos, pues el sexto se fue apagando poco a poco. Aunque dejó algunas pinceladas buenas, no logró redondear su faena, que se fue enfriando. Dejó una estocada y escuchó el aviso.
Ficha del festejo:
Mont de Marsan. Feria de la Madeleine. Lleno de «No hay billetes». Toros de El Parralejo. Los animales fueron variados en comportamiento, siendo llevaderos pero escasos en fuerza y entrega. Les llegó a faltar chispa, por lo que los diestros no lograron conectar con los tendidos. El más destacado fue el tercero de la tarde, un toro con clase y calidad, con el que se saborearon buenos momentos. Juan Ortega, silencio y palmas; Andrés Roca Rey, ovación y palmas; Clemente, ovación tras petición y palmas.
