Bruno Aloi corta una importante oreja en una noche de teclas y entrega en Madrid (Fotos y Video)

24 de julio de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Madrid ha celebrado la gran final de «Cénate Las Ventas» en la que Bruno Aloi, Pedro Luis y El Mene se midieron a los ejemplares de la ganadería de Guadaira. Los animales aunque fueron variados en comportamiento resultaron ásperos en la tela, dificultando la labor de los novilleros, que tuvieron que emplearse con firmeza y raza para robarles las embestidas, pues tuvieron muchas teclas que buscar y tocar. Bruno Aloi se puso con firmeza y entrega absoluta a un novillo que no le brindó ni una embestida, todo lo hizo el mexicano, teniendo que sobreponerse al viento, que soplaba con fuerza. Toreó con rotundidad al cuarto, un novillo al que le cortó una oreja y con el que se la jugó, desarrollando una labor muy completa y meritoria con la que llegó al tendido desde el inicio. El Mene logró conectar con los tendidos ante el segundo, un novillo que aunque sacaba la cara alta y punteaba la tela, lo llevó al natural con torería, dejando verdaderas estampas. No tuvo opciones con el quinto, desarrollando su labor metido en tablas. Pedro Luis no tuvo demasiadas opciones con el tercero, un novillo corto que buscaba y que a punto estuvo de prenderlo. Se la jugó en el sexto, con una portagayola en la que casi lo prende y una faena en la se abandonó y hubo matices de gusto y calidad.

Bruno Aloi saluda una merecida ovación tras una faena de entrega ante un complejo primero

Bruno Aloi no pudo estirarse con el primero de la tarde, un novillo algo incierto que no le permitió el lucimiento. Brindó al público desde los medios e inició su faena al hilo de las tablas, bajándole la mano, pasándolo muy despacio, templando, esperándolo. El animal tomaba el engaño con brusquedad, pero Bruno a base de suavidad le fue ganando terreno. Se decidió por el pitón derecho para llevarlo uno a uno, con actitud y firmeza, cruzándose y tocándolo con poder. El animal se movía a base de arreones y deslucía cualquier muletazo. Lo intentó al natural, tratando de meter en su muleta al de Guadaira mientras luchaba con el viento, que soplaba con fuerza en Madrid. Le echó los vuelos a la cara pero no pasaba, aun así le robó las embestidas en una serie de mucho mérito. Culminó por bernardinas ajustadísimas y una estocada muy efectiva.

El palco desatiende la petición de oreja a El Mene

Bregó e incluso se pudo estirar a la verónica El Mene ante el segundo de la noche. Se alcanzó la faena de muleta, en la que previamente brindó a Mario Navas. Empezó bajo los terrenos de seis, al hilo de las tablas, aprovechando la inercia del primer cite en largo para darle ritmo al inicio. Siguió sobre el derecho, dejándosela puesta y tirando de un animal que siguió el engaño. Encontró ritmo y ligazón, llevándolo con cadencia, con desmayo y torería, dejándose ir. Cambió al natural sin perder el ritmo ni la ligazón, encontrando a un ejemplar que empezaba el muletazo mejor que salía de el, pues levantaba la cara. Le dio tiempo cada vez había más intermitencia entre pases, tratando de limpiar y el trazo y asegurarlo. Aún así, lo envolvió y logró una faena al natural de mérito y calado.culminó de rodillas y algunos naturales muy ovacionados desde el tendido, que dieron paso a una media estocada que fue suficiente para que doblara.

Pedro Luis, sin opciones ante el tercero, un novillo incierto

Pedro Luis trató de bregar al tercero y primero de su lote bajo los tendidos del cinco. Brindó al respetable desde los medios y en aquellos terrenos decidió esperarlo para iniciar su labor con la franela. El novillo parecía ajeno y Pedro Luis rectificó, recibiéndolo en tablas genuflexo, pasándolo por abajo. Perdió las manos en el inicio, así que el novillero lo tanteó y pasó por alto hasta decidirse por el pitón derecho. Uno a uno lo pasó, pero acusaba su falta de fuerza. Reestructuró y siguió por el derecho, casi lo prende, pero Pedeo Luis siguió, ahora al natural. No pudo redondear su labor, el de Guadaira se quedaba a medio viaje y lo buscaba soltando la cara. Tuvo mucho mérito aquella labor en la que cada vez se le quedaba más corto. Metió el acero al segundo intento.

Bruno Aloi corta la primera oreja de la noche

Bruno Aloi bregó a un incierto cuarto que no le permitió estirarse ni lucirse con el. Tras un buen tercio de banderillas en el que Pablo Gallego se desmonteró, se alcanzó la faena de muleta. Bruno decidió iniciarla a pues juntos, sin rectificar ni un solo milímetro, ciñéndoselo. Siguió con una tanda al natural que después de explosivo inicio, caló en los tendidos. El mexicano aprovechó la movilidad de su adversario para darle ritmo a las tandas, una serie al natural en la que el trazo vino marcado por la ayuda. El animal era incierto y se le venía por dentro, incluso se le empezaba a parar, unos parones que aguantó con firmeza Bruno. Continuó por el derecho, envolviéndoselo, desarrollando una buena tanda con la que convenció. Buscó adornos y recursos para después seguir sobre el derecho, aguantando y tragando. Se la jugó y sin alargar culminó con un estoconazo en la que tiró la moneda y acertó, a pesar de que le atravesara la taleguilla.

El Mene, sin opciones ante el quinto

Saludó El Mene al segundo de su lote, llevándolo junto a las tablas. No puso nada fácil el tercio de banderillas. Inició la faena por abajo, probándolo por abajo, sacándolo de tablas. Le cambió los terrenos y continuó sobre el pitón derecho de un ejemplar que medía y miraba. Le costaba atender a los cites, se volvía rápido y buscaba. Lo intentó El Mene a pesar de sus limitadas opciones con el áspero quinto. Lo pasó una y otra vez sin poder desarrollar su faena, metido en tablas, tratando de tirar del animal y una y otra vez para sacarlo.

Pedro Luis, vuelta al ruedo ante el sexto

Pedro Luis se fue directo a la puerta de chiqueros para recibir al sexto a portagayola con una larga cambiada en la que a punto estuvo de prenderlo. A pesar de quedarse con el capote hizo por él, haciendo hilo hasta las tablas, apretándolo. Logró estirarse con gusto y variedad en los medios. Lo esperó en los medios para iniciar la faena, arrancándose hacia el, desarmándolo. Tuvo que volver a empezar, ahora junto a las tablas por abajo para después seguir con cadencia y cierto gusto, abandonándose, dejándosela puesta para ligarlo. Siguió por el derecho, llevándolo en línea, teniendo que cambiar las terrenos para volver a encontrar la armonía de la tanda anterior. Logró asentarse y robarle algunos buenos muletazos sobre el derecho. Cambió al natural, con gusto y calado, gustando y gustándose. Siguió sobre el izquierdo, dejándosela puesta, incluso adelantándosela a la cara para después envolvérselo, haciéndolo todo muy despacio. No alargó mucho más, culminó con algunos muletazos más, para después fallar con el acero.

Ficha del festejo:

Madrid. Novillos de Guadaira. Los animales aunque fueron variados en comportamiento resultaron ásperos en la tela, dificultando la labor de los novilleros, que tuvieron que emplearse con firmeza y raza para robarles las embestidas, pues tuvieron muchas teclas que buscar y tocar. Bruno Aloi, saludos tras aviso y oreja tras aviso; El Mene, vuelta al ruedo y silencio; Pedro Luis, saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso.


 

 

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