
7 de agosto de 2025/Mar Muñoz/Foto: Patricia Prudencio
La localidad madrileña de Tielmes albergó la segunda novillada clasificatoria del IV Certamen del Sureste. Javier Cano, Roberto Cordero y Bruno Gimeno se midieron a los erales de la ganadería de Baltasar Ibán. Los animales fueron variados en comportamiento, con movilidad y celo, aunque justos de fuerza. Javier Cano alternó pitones buscando el lucimiento con el primero de su lote. No terminó de acoplarse con el cuarto, aunque el respetable llegó a pedirle una oreja, lo que le permitió dar la vuelta al ruedo, aunque sin triunfo. Roberto Cordero dejó naturales con sabor ante el segundo con el que se le atascó el acero. Con el quinto quiso gustar y gustarse, pero sin terminar de acoplarse con el, fallando con los aceros y escuchando los tres avisos. Bruno Gimeno intentó llegar al tendido con su tauromaquia, protagonizó también un arriesgado tercio de banderillas, pero toda su labor se vio empañado por el mal uso del acero. Con el sexto deslució su faena en la suerte suprema, perdiendo el trofeo.
Javier Cano recibió con unas verónicas de mano baja a «Peluquito». Un lúcido quite le realizó Cordero. Tras brindar al respetable, genuflexo lo fue sacando y probando para seguir por el pitón derecho, dejando la pierna atrás para envolvérselo. Cambió al natural y el animal seguía el engaño, así que Cano aprovechó para ligarlo con despaciosidad. El novillero alternó pitones intentando lucirse con el de Baltasar Ibán, alargando una faena que culminó con algunos recursos de su tauromaquia. Dejó sus últimos pases al natural, logrando meter la mano al segundo intento, dejando media estocada que le obligó a usar el verduguillo.
Roberto Cordero paró a «Camarito» en su capote con unas verónicas. Gimeno realizó un variado quite. A pies juntos lo pasó por ambos pitones para comenzar su faena. Después continuó sobre el derecho, perdiendole pasos en un principio para aprovechar la inercia y después con la pierna atrás ligar los muletazos. Tras un pase de pecho le prendió sin aparentes consecuencias. Siguió al natural de uno en uno, perdiéndole pasos y reestructurando para ordenar su labor. Le dio tiempo y volvió sobre el izquierdo, dejando algún que otro natural con torería y sabor. Falló con la espada
Bruno Gimeno recibió genuflexo a «Clavillero» en su capote, para después estirarse con el. Cano intentó un quite por chicuelinas, al que replicó Gimeno con uno lucido y variado. El novillero protagonizó el tercio de banderillas y aunque lo prendió feamente en el segundo par, no hubo consecuencias. Genuflexo lo fue probando y pasando por ambos pitones para sacarlo en el inicio de faena. Eligió el pitón derecho para continuar, citándolo en la larga distancia, obteniendo una respuesta pronta de un eral del que pudo aprovechar la inercia para darle ritmo y ligazón a la faena. Le dio tiempo y siguió toreando a base de temple y torería, con cierta chispa. Cambió al natural y dándole sitio y el pecho tiró de el de uno en uno. El animal se había venido a menos, lo que no impidió que Gimeno siguiera con su labor, así que montó la muleta e intentó seguir con su faena poniendo lo que le faltaba al novillo, intentando llegar al tendido. De rodillas, aguantando, le robó algún que otro invertido en redondo. Falló feamente con el acero.
Con despaciosidad se estiró Javier Cano con «Saltillo» en su recibo capotero. Tras un brindis particular lo fue probando por ambos pitones, sacándolo, ganándole terreno. Perdiéndole pasos intentó acoplarse con el sobre el pitón derecho, pero no terminaba de encontrarse, así que no tardó en probar el pitón izquierdo de un animal que tenía una embestida incierta por ese pitón. Pasaba a media altura y sacaba la cara alta. Retomó el derecho y a media altura lo fue pasando en su muleta. Insistió sobre ese pitón por el que seguía el engaño con algo más de ritmo. Dejó media suficiente.
Con unas templadas verónicas que cerró con una media recibió Roberto Cordero a «Espantavivos» en su capote. Genuflexo lo pasó por ambos pitones para seguir sobre el derecho, corriendo la mano para ligar los pases. Intentó torearle en redondo por ese pitón, perdiéndole pasos y reestructurando para componer su faena. Tomó la muleta con la mano izquierda, pero también había que perderle pasos para ligar. No terminaba de encontrarse con el de Baltasar Ibán. Usó recursos de su tauromaquia para adornarse. El novillo pasaba a media altura y sacaba la cara alta al final del muletazo, desluciendo. Alternó pitones alargando una faena que culminó fallando con el acero.
Bruno Gimeno paró con dos largas cambiadas de rodillas a «Costurito», para después estirarse con el. Protagonizó nuevamente el tercio de banderillas con destreza y seguridad. Se alcanzó la faena de muleta y Bruno la inició de rodillas, pasándolo por ambos pitones para seguir sobre el derecho, dejando una tanda ligada. Cambió al natural, llevándole con torería. Sin embargo, no tardó en recuperar aquel pitón derecho, desarrollando una serie dotada de cierto poso. Al natural hubo largura y cierta profundidad. Cerró con manoletinas en rodillas cerrando en pie con el de pecho. Lo colocó en suerte y tras varios intentos hundió el acero.
Tielmes. Madrid. Novillos de Baltasar Ibán para Javier Cano ovación tras dos avisos y vuelta al ruedo; Roberto Cordero, silencio tras dos avisos y tres avisos. Bruno Gimeno, silencio y silencio tras dos avisos.