Arte, torería, expresión y rotundidad de Morante, Roca Rey y Daniel Crespo, que abren la Puerta Grande en El Puerto de Santa María

9 de agosto de 2025/Texto y fotos: Emilio Méndez

El Puerto de Santa María ha celebrado una corrida de toros en la que se ha colgado el «No hay billetes». Los diestros Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Daniel Crespo se midieron a los ejemplares de Núñez del Cuvillo. Los animales mostraron buenas condiciones, con calidad y permitiendo el lucimiento, siendo además ovacionados en el arrastre el primero y el segundo de la tarde. Destacó el sexto, un toro con ritmo y entregado que se prestó al arte y a la expresión. Morante ante el primero derrochó arte y torería, con ese toque tan personal y que tanto recuerda a la Tauromaquia añeja, cortándole las dos orejas a un buen toro que fue aplaudido en el arrastre. Cuajó un faenón al cuarto, un toro en el que se expresó con torería y mucho arte. Roca Rey encontró acople en el segundo, un toro noble y de buena calidad al que cuajó una gran faena en la que cortó las dos orejas. No tuvo demasiadas opciones ante el quinto, un toro que no le brindó demasiadas opciones, pero con el que el peruano se entregó, tratando de poner el sabor que le faltaba a su oponente. Daniel Crespo desarrolló una faena repleta de buenos momentos y de buen toreo sobre ambos pitones, aunque empañada por el acero. Alcanzó el triunfo y la rotundidad tras cuajar al sexto de la tarde, un toro entregado, con el que el diestro se abandonó, toreando con cadencia, muy despacio, levantando a los tendidos, a los que cautivó desde el principio.

Morante corta las dos orejas al primero de la tarde, un toro aplaudido en el arrastre

Salió el primero de la tarde, un gran toro de Núñez del Cuvillo al que saludó Morante de la Puebla con unas verónicas muy artísticas. Después de que el animal fuera picado, llegó un quite de Morante en el que desbordó arte y torería. Se alcanzó la faena de muleta, la cual cuajó repleta de buenos momentos y pinturería, cuajándolo por ambos lados. Tuvo remates muy toreros y barrocos que bien evocaron a la Tauromaquia añeja. Conectó con los tendidos, que estaban entregados a su labor. Culminó con un estocadón.

Roca Rey corta las dos orejas de poder, firmeza y entrega ante el buen segundo de la tarde, aplaudido en el arrastre

Salió el segundo de la tarde, al que recibió en su capote Andrés Roca Rey, toreándolo muy bien a la verónica hasta rematarlo con una larga cordobesa que caló con fuerza en los tendidos. Después de que el toro pasara por el caballo, llegó un gran quite por gaoneras muy ceñidas con las que cautivó ante aquel gran toro de Núñez del Cuvillo. Se alcanzó la faena de muleta, la cual inició de rodillas para recibirlo en la franela con algunos pases cambiados por la espalda. Siguió con una faena muy fiel a su estilo, muy bien realizada y estructurada. Continuó con ligazón y poder, envolviéndoselo con temple sobre el pitón derecho. El peruano lo llevó por ambos lados, con mucho valor, sabiendo aprovechar su nobleza, prontitud y entrega, cuajando todo un faenón. El peruano se metió entre pitones, poniendo la emoción y captando toda la atención del respetable. Culminó  con unas manoletinas y una gran estocada.

Daniel Crespo, ovacionado tras deslucir su faena con el acero

Crespo recibió en su capote al tercero de la tarde, otro buen toro de Núñez del Cuvillo, al que lanceó muy bien a la verónica, manteniéndose muy torero en todo momento, rematándolo con cierto sabor. Después de que el animal fuera bien picado durante el tercio de varas, llegó un gran quite por chicuelinas muy artístico, lucido y de gran calado en los tendidos. Se desarrolló un buen tercio de banderillas en el que Mambrú se desmonteró por su buena labor. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes brindó el diestro al respetable, para después recibir al tercero en la franela y desarrollar una faena de momentos muy buenos y de calidad, en los que hubo buen toreo por ambos lados. Sin embargo, empañó su labor con el acero, siendo ovacionado.

Morante cuaja un faenón al cuarto, siendo ovacionado tras una fuerte petición de oreja

Morante recibió al cuarto con unos lances muy barrocos, muy añejos y de mucho sabor, en los que incluso el toro hizo por él. Afortunadamente, todo quedó en un susto, pudiendo dejar algún que otro detalle con su capote. Después de que el de Núñez del Cuvillo pasara por el caballo, el peruano desarrolló un lucido quite por saltilleras bien realizado. Llegó un momento álgido al alcanzarse la faena, la cual cuajó el sevillano a base de arte y mucha emoción, en la que no faltaron detalles y pinturería. En la suerte suprema dejó media estocada, por lo que el toro tardó en caer y aunque hubo una fuerte petición de oreja, todo quedó en una rotunda ovación.

Andrés Roca Rey saluda una ovación en el quinto

Andrés Roca Rey saludó al quinto, un toro que no se entregó y que no le permitió al peruano la expresión. Se alcanzó la faena de muleta y Roca Rey lo buscó en corto, sin lograr conectar con los tendidos, aunque estando muy voluntarioso y firme ante las dificultades que le planteaba aquel ejemplar de Núñez del Cuvillo. Le robó las embestidas en una faena voluntariosa en la que trató de acortar las distancias para ponerle el sabor que le faltaba a su oponente. Dejó una única estocada, suficiente para que el toro doblara y el peruano saludara una ovación.

Daniel Crespo, una gran y rotunda faena en la que corta las dos orejas al sexto

Con decisión y a por todas salió Daniel Crespo, que se fue a la puerta de chiqueros para recibir a portagayola al segundo de su lote, con una larga cambiada de rodillas. Le siguieron varias verónicas bien realizadas, llevando con gusto y mucho temple a un toro de clase y calidad que supo aprovechar el diestro. En la faena de muleta, Crespo brindó al público para después comenzar al natural, toreando despacio ante la brusquedad y el corto recorrido de su adversario por el izquierdo. Se lució en su toreo en redondo, con temple y despaciosidad, calando con fuerza en una tendidos rendidos a su faena. Al son de El Concierto de Aranjuez paró el tiempo, envolviéndose a un toro cosido a la tela, siguiéndola con ritmo y clase. Aquella faena levantó al público de sus asientos, habiendo cuajado al sexto. Culminó con una buena estocada y dos orejas.

Ficha del festejo:

El Puerto de Santa María. Lleno de «No hay billetes». Toros de Núñez Cuvillo. Los animales mostraron buenas condiciones, con calidad y permitiendo el lucimiento, siendo además ovacionados en el arrastre el primero y el segundo de la tarde. Destacó el sexto, un toro con ritmo y entregado que se prestó al arte y a la expresión. Morante de la Puebla, dos orejas y ovación: Andrés Roca Rey, dos orejas y ovación; Daniel Crespo, ovación y dos orejas. Incidencias: Al finalizar el festejo el diestro Daniel Crespo fue atendido en la enfermería de la plaza después de sufrir un corte en un dedo en el moimento de matar al sexto del festejo,

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