
7 de septiembre de2025/ Patricia Prudencio/Fotos: Emilio Méndez
Las Ventas ha acogido la primera novillada del mes de septiembre, en la que Olivas, Aitor Fernández y Villita se midieron a los ejemplares de las ganaderías de Hnos. Sánchez de León, Hnos. Quintas, La Machamona, Jiménez Pasquau, Los Eulogios y Toros de Brazuelas. Los animales fueron variados en comportamiento, siendo más limitados el primero, el segundo y el sexto. Lo más destacado lo hizo el tercero, repitiendo y siguiendo con cierto celo el engaño. Olivas se midió a un primero de Sánchez de León con el que lo intentó, a pesar se todas las teclas que le mostró, alargando una faena en la que sabía de sus limitadas opciones. Hubo clase y cierto gusto en labor ante el cuarto, pero faltó emoción para que su faena rompiera a más y calara en el tendido. Aitor Fernández lo intentó con un novillo de escaso contenido en sus embestidas, teniendo que hacer frente a sus teclas a la oposición de cierto sector del tendido. Le faltó acople con el quinto, un novillo complejo de inicio, pero al que también busfó las vueltas. Villita cuajó al tercero sobre el derecho, un novillo con celo que le permitiónla expresión, con repetición y al que llevó a media altura. Se mantuvo muy firme y dispuesto ante las complejidades que le presentó el sexto.
Jesús Ángel Olivas, insistencia ante un novillo de teclas
Salió el primero de la tarde, un novillo al que trató de saludar Jesús Ángel Olivas. Sin poder estirarse, pero sí con alguna que otra pincelada. Se fue a los medios y allí brindó su faena para comenzarla en aquellos terrenos. La inició con algún que otro cambiado por la espalda, esperando a que el animal atendiera a sus cites, teniendo incluso que acortar las distancias. Se decidió por el pitón derecho, consiguiendo una tanda llevada en la que lo pasó sin deslucir. Insistió sobre el mismo pitón, a pesar de que le costaba pasar, teniendo que tocarle con firmeza y mucho voz para después también llevarlo. Cambió al natural, sin demasiadas opciones y muchas teclas que buscar y tocar, sin permitirle el acople. Retomó el derecho, aunque volvería a dejar alguna tanda más al natural. Culminó por manoletinas mientras escuchaba el primer aviso. Falló con el acero y tuvo que descabellar.
Aitor Fernández, sin demasiadas opciones ante el.segundo de la tarde
Aitor Fernández saludó al segundo de la tarde, un novillo de La Quinta al que bregó y con el que trató de estirarse a la verónica. El animal que mostró su falta de fuerza fue devuelto y en su lugar salió el primer sobrero, un novillo de la ganadería de Sánchez De León. Lo saludó y llevó como pudo, se metía por dentro, sacaba la cara alta y no le permtió la expresión en su recibo capotero. Se alcanzó la faena de muleta y la inició genuflexo, por abajo. Lo desarmó y tuvo que volver a empezar, ahora ya sobre el pitón derecho, llevándolo toreado, tratando de templarlo. Sin embargo, el animal era incierto y soltaba la cara. Tuvo que tocarlo y llevarlo, pero no era todo lo lucido que quisiera. El animal se echó y tuvieron que levantarlo. Aitor Fernández lo intentó a pesar de tener a cierto sector en su contra, sacando raza y coraje, aunque sin encontrar contenido en las embestidas de su oponente. Falló con el acero.
El presidente niega la primera oreja de la tarde a Villita
Villita tuvo que ir al encuentro con el tercero, un novillo suelto con el que se dobló por abajo sin llegar a estirarse con el. Inició su labor con la muleta genuflexo, ganándole terreno, llevándoselo más allá del tercio. Encontró acople con aquella disposición y, por supuesto, clase el joven novillero. Las primeras tandas se desarrollaron sobre el pitón derecho de un animal que se arrancó con prontitud y que sólo tuvo que dejársela puesta para ligar. También lo mostró al natural, llevándolo a media altura, exprimiéndolo hasta cuajarlo. Sin embargo, no tardó en retomar El pitón derecho, dejándosela puesta, tocándolo ligeramente y arrastrando la embestida detrás de los vuelos. Él, simplemente, se lo envolvió e hizo fácil lo difícil. Su faena estaba hecha y no alargó, mató con una buena estocada.
Olivas desluce con el acero una labor de gusto, pero sin emoción ante el cuarto
Olivas buscó al cuarto, tratando de estirarse con él. En el quite, Aitor salió con decisión a los medios para ceñírselo y provocar la ovavión del respetable. Inició la faena de muleta con un tanteo por ambos pitones, sacándolo con suavidad de tablas y llevárselo más allá del tercio. Cambió los terrenos y siguió sobre el derecho con una tanda breve pero bien llevada en la que encontró acople. Faltó emoción en una faena que parecía no romper a más. Entre intermitencias, no lograba agarrar ritmo aquella labor, en la que no faltó disposición. Logró una tanda, más o menos ligada al natural, en la que se lo llevó a la cadera, dejándosela puesta y tirando de su embestida. Hubo gusto y clase en su faena, pero le faltó calado.
Aitor Fernández, sin opciones ante el quinto de la tarde
Se estiró Aitor Fernández con el segundo de su lote, dando paso a un complejo tercio de varas en el que el novillero tuvo decisión y mucha cabeza. Se alcanzó la faena de muleta y Aitor la inició genuflexo, tratando de ganarle terreno a un animal complejo, mirón, incierto y de salida bronca. El aire también molestaba, por lo que se sumaba otra hándicap más a su faena. Cambió al pitón izquierdo, pero después de que lo desarmara retomó las series sobre el derecho. Uno a uno y a base de darle sitio y tiempo lo fue pasando, aunque sin encontrar acople. No tuvo acierto con el acero.
El saludo de Villita al sexto fue complejo y prácticamente imposible, se le venía recto y a punto estuvo de llevárselo por delante. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes de comenzar se fue a los medios para brindar al respetable. Inició su labor genuflexo, pasándolo por abajo, ganándole terreno, poniéndosela en la cara. Al natural aprovechó los vuelos para abrirlo y darle mayor amplitud al trazo. Sin embargo, no tardó en mostrar sobre el derecho a un oponente complejo que se quedaba a medio camino y que le costaba pasar. Villita se mantuvo muy firme y dispuesto ante las complejidades que le presentó el sexto. Falló con el acero.
Ficha del festejo:
Las Ventas. Novillos de Hnos. Sánchez de León, Hnos. Quintas, La Machamona, Jiménez Pasquau, Los Eulogios y Toros de Brazuelas. Los animales fueron variados en comportamiento, siendo más limitados el primero, el segundo y el sexto. Lo más destacado lo hizo el tercero, repitiendo y siguiendo con cierto celo el engaño. Jesús Ángel Olivas, saludos tras aviso y silencio tras aviso; Aitor Fernández, silencio y silencio tras aviso; Villita, vuelta al ruedo tras petición y silencio.