La determinación de Tomás Bastos y los matices sin acero de Rafael de la Cueva en una interesante novillada de El Retamar en Arganda

12 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Emilio Méndez

Arganda del Rey celebró una novillada en la que Adrián Centenera, Tomás Bastos y Rafael de la Cueva se midieron a los ejemplares de la ganadería de El Retamar. Los novillos tuvieron calidad y buenas condiciones, aunque con teclas que buscar y tocar. Adrián Centenera desarrolló una meritoria labor con un ejemplar que en los terrenos equivocados se le iba. Desarrolló una faena de pinceladas, con naturales de mucho sabor, pero sin lograr que su labor tomara vuelo. Tomás Bastos cuajó su faena al segundo, encontrando ritmo y calado por el derecho, aunque también naturales de mucho sabor. Volvió a cuajar al segundo de su lote en una faena completa y de repercusión que empañó con el acero. Rafael de la Cueva cuajó una buena faena ante el tercero, un novillo de buena condición con el que hubo torería y expresión. Meritoria fue su labor ante el sexto, la llevó con decisión metido entre pitones.

Adrián Centera, sin opciones ante el primero de la tarde

Adrián Centenera saludó al primero de la tarde con gusto, llevándoselo a los medios. Inició su faena con decisión ante un novillo que se movió con viveza, respondiendo con prontitud. Centenera se lo llevó hasta los medios, donde con la muleta puesta se lo empezó a envolver al natural. Marcó con la ayuda el trazo y dándole sitio y tiempo pudo llevarlo. Le exigió y le pidió el carnet, siendo de esos que te sacan el aire. Cambió al pitón derecho, adelantando el engaño para llevarlo metido. Cambió los terrenos y el animal vio la querencia, por lo que se le iba después de cada muletazo.

Tomás Bastos corta la primera oreja de la tarde 

Tomás Bastos saludó al segundo de la tarde, al que llevó con gusto mientras ganaba terreno. Se lució también desde los medios en el quite Rafael de la Cueva, con variedad y calado. Se alcanzó la faena de muleta, llevándolo a media altura, templando, pasándolo con suavidad. Pierna atrás y se lo envolvió, pierna atrás y el engaño en la cara para que no hubiera final. Continuó sobre el pitón derecho, pasándolo con ritmo, clase y despaciosidad en una tanda de acople. Cambió al natural, pasándolo en largo, parando el tiempo en cada pase. El animal pasaba a media altura y cada vez se iba parando más, pero pasaba y cumplía, sobre todo por el derecho, pintón por el que había ritmo y sabor. Culminó con unos doblones por abajo y un estoconazo al segundo intento.

Rafael de la Cueva corta una oreja a un gran tercero premiado con la vuelta al ruedo

Saludó por verónicas Rafael de la Cueva al tercero, al que remató con una bonita media. Inició su labor a pies juntos en el tercio, ganándole poco a poco terreno para después darle tiempo y sitio. Se decidió por el pitón derecho, envolviéndoselo por abajo, ligándolo, sin dejarlo parar. Volvió a darle tiempo y retomó el toreo por el derecho, con torería y decisión, completando las series. Cambió al natural, vaciando por abajo la embestida, uno a uno, totalmente asentado. Continuó así sobre el derecho de un animal repetidor, noble y de buena condición. Volvió al natural, llevándolo totalmente metido en los vuelos. Se tiró con todo a matar, hundiendo el acero al segundo intento.

Centenera, faena de matices ante el cuarto

Centenera se estiró a la verónica con el segundo de su lote. Comenzó su faena a pies juntos para después darle tiempo y sitio. Cambió los terrenos y empezó a llevarlo, buscando ese acople con su oponente, ayudándolo en las salidas. También lo mostró al natural, marcando con la ayuda el trazo, llevándolo muy metido, pero también queriendo encajarse para dejar pases de mucho sabor. Con unos molinetes de rodillas se adornó y caló en los tendidos. Culminó metido entre pitones. Se tiró a matar sin muleta, fallando, para después lograr la estocada al segundo intento.

Tomás Bastos, vuelta al ruedo tras una buena faena que empaña con el acero

Lo saludó a pies juntos Tomás Bastos, encelándolo en el capote. Inició su labor con la muleta desde los medios, con un pase cambiado de rodillas, envolviéndoselo, toreándolo. Se levantó, remató el inicio y le dio sitio y tiempo para después continuar sobre el pitón izquierdo, llevándolo en largo. Montó la muleta y empezó a llevarlo sobre el derecho buscándolo abajo, toreando con profundidad y calado. Siguió alternando pitones, pasándolo entre naturales de muchos matices de profundidad y verdad, aguantando a un novillo que cada vez se paraba más. Le dio tiempo, se metió entre pitones y continuó sobre el derecho, llevándolo totalmente metido. Se arrimó, tanto que en el desplante los pitones le rozaron la taleguilla. Culminó por bernadinas y el fallo con el acero, que empañó su labor.

Rafael de la Cueva desluce una meritoria faena ante el sexto

Destacó Rafael de la Cueva saludando al sexto, al que llevó a pies junto con emoción y torería, sacándolo a los medios. Tras un largo y caótico tercio de banderillas comenzó su labor con la franela, sacándolo del tercio y llevándoselo a los medios, pasándolo por ambos pitones. En corto se la dejó puesta y tiró de el al natural, pasándolo uno a uno. Cambió al pitón derecho, cruzándose, buscándolo en las distancias cortas, dejándosela muy puesta en la cara a un novillo que metía bien la cara, pero con una salida no muy definida. Volvió al toreo al natural, jugándosela, tragando y pasándolo. En el desplante se le arrancó y por poco lo prende. Falló con el acero.

Ficha del festejo:

Arganda del Rey. Novillos de El Retamar. Los novillos tuvieron calidad y buenas condiciones, aunque con teclas que buscar y tocar. Adrián Centenera, silencio y palmas; Tomás Bastos, oreja; Rafael de la Cueva, oreja tras aviso y palmas.

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