
27 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
La Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha celebrado la segunda corrida de toros de su Feria de San Miguel, en la que los diestros Alejandro Talavante, Daniel Luque y Borja Jiménez se midieron a los ejemplares de Garcigrande. Los animales dieron un juego limitado, queriendo más que pudiendo. Talavante no tuvo demasiadas opciones ante el primero de la tarde, un toro escaso sin emoción ni entrega. Su faena ante el cuarto fue a menos, sin poder hacer mucho más ante aquel ejemplar que se apagó. Daniel Luque desarrolló una gran faena sobre el pitón derecho del buen segundo. Sobre el pitón izquierdo y a cámara lenta hizo su labor ante el quinto. Lucida resultó la faena de Borja Jiménez ante el tercero al que supo llevar al natural y brilló sobre el derecho, rematando con todo un estoconazo. Insistió y obligó a pasar al sexto, un complejo y tecloso sexto que cada vez se iba quedando más corto.
Talavante, sin opciones ante el primero
Talavante saludó al primero de la tarde, llevándolo metido en un recibo comedido y bien llevado que remató. Inició la faena doblándose con el, sacándolo del tercio para llevarlo por ambos pitones. Continuó sobre el derecho de un animal que atendía, aunque sin ser demasiado pronto. Cambió al toreo al natural, uno a uno, llevándolo en largo sin encontrar chispa en su embestida. No había mucho de donde rascar, por mucho que insistiera el diestro.
Daniel Luque empaña una buena faena con los aceros
Daniel Luque gustó en su saludo capotero al segundo, al que llevó a pies juntos. Después de que pasara por el caballo, llegó un buen quite de Borja Jiménez. Se desmonteró Raúl Caricol tras su buena labor en el tercio de banderillas. Se alcanzó la faena de muleta y el sevillano la comenzó después de brindar al público desde los medios. La inició por abajo, doblándose con el al hilo de las tablas, muy despacio, esperándolo, pasándolo por ambos pitones, envolviéndoselo poco a poco entre los «olé» del respetable. Eligió el pitón derecho, bajándole la mano con temple y despaciosidad, encontrando el gusto en aquellos primeros compases. Tocó y deslizó, corriéndole la mano con torería, llevándolo totalmente metido en el engaño. Continuó al natural, tocando y pasándolo, pero el mismo acople que por el derecho, aún así le robó la serie. Cambió de pitón y sin quitarle la muleta de la cara, tan solo con la pierna atrás, se lo envolvió. Empañó una buena faena con los aceros.
Lucida faena de Borja Jiménez que remata con todo un estocadón
Salió el tercero, un toro parado al que Borja Jiménez tuvo que bregar y llevar con alguna que otra pincelada. Gustó Talavante en su quite por chicuelinas, al que le siguió un buen tercio de banderillas que fue ovacionado por el respetable. Borja Jiménez se fue directo a los medios para brindar al público y después iniciar su labor cerca de aquellos terrenos, a pies juntos con algunos cambiados por la espalda y después seguir toreando aprovechando las condiciones que le brindaba su oponente. La música empezó a sonar y Borja elegía el pitón derecho para llevarlo ligado y metido. El animal seguía el engaño con celo, aunque con algunas irregularidades que fue corrigiendo el diestro. Cambió al natural, con cadencia y torería, teniendo que dejársela muy puesta, midiendo. Al animal le costaba más por aquel pitón y deslucía el natural, teniendo que llevarlo uno a uno. No alargó una faena de muchos matices y con muletazos de mucho sabor. Culminó con todo un estoconazo que puso la plaza en pie.
Talavante, faena de más a menos ante un escaso cuarto
Se estiró con cierto gusto y calado Alejandro Talavante ante el cuarto. También brilló Luque en su quite. Se alcanzó la faena de muleta y Talavante la inició después de brindar al público desde los medios. Cerca del tercio lo pasó en largo y quiso aprovechar una inercia que vendió cara. Logró llevarlo muy despacio, siendo reconocido por el respetable. Continuó sobre el pitón derecho, tocando con firmeza y mucha voz, pasándolo con cierto ritmo y calado. Lo llevó hasta el final, pero le costaba volver a encontrar ese acople, por lo que le dio tiempo y volvió a citarlo con firmeza. No estaba llegando a los tendidos, así que decidió cambiar al pitón izquierdo de un toro sin ritmo ni entrega que se apagó rápido e hizo que la faena se viniera a menos. Mató con aseo.
Un entregado Luque desarrolla una gran faena al natural ante el quinto
Daniel Luque saludó al quinto, un toro suelto al que logró llevar en su capote. A pesar de las protestas el animal no fue devuelto y Luque comenzó faena en tablas para ir ganándole terreno poco a poco por alto. Continuó sobre el pitón derecho, sin encontrar una embestida demasiado definida, perdiendo incluso las manos. Cambió al natural y dejó algún que otro pase de clase y verdad, con cierta profundidad. Seguía el engaño como podía, pero fijo en ella. Le faltaba fuerza a su oponente, por lo que la labor no terminaba de tomar ritmo, aunque en aquellos pases a cámara lenta metió a la Maestranza en su faena e hizo que la música empezará a sonar, la cual también pidió que cesara. Salía con la cara alta, pero a base de insistencia logró robarle las embestidas sobre el pitón izquierdo.
Borja saludó a un sexto incierto, al que bregó y llevó. Comenzó la faena de muletas junto a las tablas, decidido, apostando por aquel tecloso toro. Se dobló con el y lo fue pasando por ambos pitones mientras le ganaba terreno. Buscó el acople sobre el derecho, llevándolo a media altura y sin poder confiarse. Insistió sobre aquel pitón, uno a uno, tocándolo siempre con brusquedad, obligándolo a pasar. En ocasiones incluso se quedaba algo corto, por lo que aquellas embestidas no le permitieron que la faena fuera a más. Acortó las distancias, tratando de darle la emoción que su oponente no le daba. Mató con acierto.
Ficha del festejo:
Sevilla. Toros de Garcigrande. Los animales dieron un juego limitado, queriendo más que pudiendo. Alejandro Talavante, silencio y silencio; Daniel Luque, ovación tras aviso y oreja; Borja Jiménez, vuelta al ruedo y palmas.