Contundencia y toreo de calidad en la doble Puerta Grande de Clemente y Burdiel en Las Rozas (Fotos y Video)

5 de octubre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

La plaza de toros de Las Rozas ha celebrado la segunda corrida de toros de su Feria de San Miguel, en la que los diestros Clemente, Alejandro Mora y Álvaro Burdiel se midieron a los ejemplares de las ganaderías de Toros de Brazuelas y Yerbabuena (1°Bis). Los animales fueron variados en comportamiento, brindando opciones para el triunfo, aunque siendo también exigentes en la tela. Destacaron el cuarto y el quinto, siendo ambos aplaudidos en el arrastre. Clemente tuvo que medirse al primer sobrero después de que el presidente decidiera cambiar al primero justo antes de que comenzara la faena. Desarrolló una labor de oficio y firmeza ante un ejemplar de Yerbabuena que no le brindó opciones. Tuvo determinación, verdad, clase y mucho peso su labor ante el cuarto, un toro con el que pudo expresarse, gustando y gustándose, exprimiendo a su oponente, al que le cortó las dos orejas. Alejandro Mora desarrolló su labor ante el segundo de la tarde, mayoritariamente, sobre el pitón izquierdo, encontrando mayor acople, aunque sin terminar de redondear su labor, fallando con el acero. Encontró un buen quinto, aunque muy exigente con el que no logró acoplarse. Álvaro Burdiel tuvo calado en una faena ante el tercero, al que mostró por ambos pitones, dejando pinceladas con algunos muletazos de sabor y profundidad en los que se encajó y llevó en largo antes de que la faena se viniera a menos. Tuvo gusto en su toreo ante el sexto, al que le corrió la mano y se encajó luciendo el trazo, pudiendo cortas las dos orejas.

Clemente, sin opciones ante el primer sobrero

Salió el primero de la tarde, un toro al que saludó Clemente genuflexo, dejándolo pasar, ganándole terreno, teniendo que bregarlo hasta poder estirarse con el, ya prácticamente en los medios. Con el diestro pidiendo permiso a la presidencia, el Presidente sacó el pañuelo verde, generando un gran desconcierto en la plaza. En su lugar, salió el primer sobrero, un toro de Yerbabuena al que Clemente pasó en su capote. Se alcanzó la faena de muleta y el diestro lo pasó con suavidad por ambos pitones, sin someterlo. Se dispuso a torear sobre el pitón derecho de un animal que perdía las manos con facilidad y que los tendidos empezaron a protestar. En un inicio de tira y afloja, el francés quiso buscar la altura y distancia mientras pedía calma. Le dio tiempo y sitio para continuar con la mano derecha, pasándolo de uno en uno, a media altura, teniendo que insistirle para que tomara la tela. Poco a poco lo fue llevando a base de insistencia y oficio, incluso por el izquierdo, aunque sin lucimiento, llegando a sorprenderlo. Decidió volver al pitón derecho, pero se quedaba corto, no pasaba y soltaba la cara. Decidió abreviar y mató de una estocada certera.

Alejandro Mora, faena de entrega pero sin redondear

Alejandro Mora saludó al segundo de la tarde, al que recibió genuflexo y al que rápidamente se llevó a los medios para estirarse con el y dejar alguna que otra pincelada. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes decidió brindar. Comenzó su labor con un ligero tanteo, llevándolo a media altura mientras se lo llevaba más allá del tercio en un inicio aplaudido. Eligió el pitón izquierdo para empezar a llevarlo, adelantándole la mano para después llevárselo hasta el final, tratando de alargar el trazo, dándole amplitud. Continuó con el toreo al natural, cruzándose, adelantándole la mano para tocarlo en la cara y arrastrar la embestida detrás del engaño. Dejó alguna que otra pincelada, pudiendo encajarse con el animal, dándole mayor profundidad al trazo. Montó la muleta y empezó a mostrarlo sobre el derecho, muy despacio, uno en uno, ayudándolo en las salidas, sin poder evitar que desluciera al tocar la tela. Después de haberlo mostrado, recuperó el pitón izquierdo, por donde encontró mayor acople, aunque sin terminar de redondear su labor con un toro que pasaba y seguía el engaño. Falló con el acero.

Álvaro Burdiel desluce con el acero una faena de cierto calado

Álvaro Burdiel se estiró con el primero de su lote y tercero de la tarde, llevándoselo hasta los medios. Brindó al público y comenzó su faena de muleta junto a las tablas, con unos ayudados por alto en los que poco a poco le fue bajando el engaño para rematarlo por abajo. Lo sacó de aquellos terrenos y desarrolló la primera tanda sobre el derecho, tocándolo en la media distancia para después aprovechar la inercia y llevar metida la embestida, ligando la serie. Decidió continuar sobre el derecho después de haberle dado sitio y tiempo, teniendo que acortar las distancias para citarlo, llevándolo con cierta intermitencia para buscar el acople y la armonía, ordenando las embestidas y dándole forma a su faena. Alcanzó a encajarse y dejar algún que otro muletazo con cadencia y despaciosidad. Tiró del animal, lo movió y cambió al pitón izquierdo, con un toreo al natural de suavidad y verdad en el que encontró la continuidad en el uno a uno, tocando y deslizando la embestida de un toro que sacaba la cara alta. Insistió al natural, buscando el sitio, cruzándose y volviendo a adelantarle los vuelos a la cara, llevándolo muy tapado, pero sin alcanzar a ligar los pases. Cada vez se quedaba más parado, pasaba andando y Burdiel, ya próximo a las tablas, se fue a por el acero. Le metió la mano con aseo, pero sin acierto alguno.

Clemente corta las dos orejas al buen cuarto

Clemente se fue hasta los medios para saludar al cuarto de la tarde, un toro al que ya había parado pero que salió suelto. Fue en aquellos terrenos donde logró bregarlo y dejar alguna que otra pincelada. Se cambió el tercio y se dio paso a la faena de muleta, la cual inició después de brindar al empresario Carlos Zúñiga. Comenzó con un ligero tanteo por ambos pitones. Más allá del tercio continuó para llevarlo sobre el pitón derecho, citándolo en la media distancia y perpendicular a tablas para después ligarlo aprovechando la inercia en una serie aplaudida por el respetable. Continuó con la mano derecha, envolviéndoselo, manteniéndose anclado al firme, pasándolo con gusto, cadencia y despaciosidad. Hubo verdad en su toreo y mucha emoción, llegando con fuerza a los tendidos. Basó su faena en las series cortas, pero armónicas y muy ligadas, dejándole a su oponente el engaño en la cara. Cambió al toreo al natural y siguió cautivando con un trazo largo y poderoso de sabor y emoción. Se adornó y con gusto, variedad y recursos, mostrándose por encima de un oponente que obedeció con prontitud y siguió el engaño con fijeza y movilidad. Culminó con el toreo en redondo y alguna que otra serie sobre el derecho, en la que ya tuvo que ayudarlo a pasar. Con unas manoletinas bien realizadas dio paso a la suerte suprema, en la que dejó toda una estocada.

Alejandro Mora no termina de acoplarse ante el buen quinto

Salió el quinto al que saludó por verónicas, anclado al firme, Alejandro Mora, que también se lució en su quite por chicuelinas. Se alcanzó la faena de muleta y brindó a los tendidos para después tratar de comenzar a pies juntos. Sin embargo, lo movió y llevó por ambos pitones hasta los medios. El animal, que también exigió, se arrancaba con prontitud y viveza al engaño del diestro. Metía bien la cara y había ritmo y fijeza en sus embestidas, solo había que saber tocar las teclas para llevarlo. Mora decidió desarrollar una labor de tandas cortas y medidas en las que dosificar, dándole tiempo y sitio entre las series. Cambió al pitón izquierdo, teniendo que rectificar ante su oponente, tratando de ordenar sin acoplarse con el, por lo que alternó pitones, decidiéndose por el toreo al natural sin que su labor tomara vuelo. Falló con el acero.

Lucida faena de Álvaro Burdiel al sexto, al que le corta las dos orejas

Salió el sexto, al que bregó y llevó ganándole terreno Álvaro Burdiel en su capote. Después de brindar inició su labor doblándose con el. Lo sacó del tercio y continuó sobre el derecho, buscándolo en la media distancia, adelantándole la mano, tocando y deslizando en un serie de acople. Cambió al toreo al natural, pasándolo de uno en uno, ayudándole en las salidas, llevándolo muy despacio a media altura, para después esperarlo en el sitio con la muleta puesta. Retomó el pitón derecho entre adornos y pases en redondo con los que intentó y logró calar en los tendidos. Siguió alternando pitones, volviendo a mostrarle al natural, corriéndole la mano con cierto gusto mientras se encajaba y lucía el trazo. Metió la mano con aseo y acierto

Ficha del festejo:

Las Rozas. Toros de Brazuelas y Yerbabuena (1°Bis). Los animales fueron variados en comportamiento, brindando opciones para el triunfo, aunque siendo también exigentes en la tela. Destacaron el cuarto y el quinto, siendo ambos aplaudidos en el arrastre. Clemente, palmas y dos orejas; Alejandro Mora, silencio y silencio; Álvaro Burdiel, ovación y dos orejas.

 

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