Una apología al toreo clásico y de verdad en un festival histórico para recordar a Antoñete en Madrid (Fotos)

12 de octubre de 2025/Patricia Prudencio/Fotos: Emilio Méndez

Las Ventas ha celebrado, en la mañana del 12 de octubre, el Festival Homenaje a Antoñete, en el que Pablo Hermoso de Mendoza, Curro Vázquez, Frascuelo, César Rincón, Enrique Ponce, Morante y Olga Casado se midieron a los novillos de El Capea, Garcigrande y José Luis Osborne. El primero de El Capea mostró muy buenas condiciones, permitiendo el lucimiento del toreo a caballo. Los de Garcigrande fueron variados en comportamiento, aunque en líneas generales, permitieron el lucimiento y el triunfo, ofreciendo buenas embestidas y entrega en la tela. El de José Luis Osborne fue escaso y más limitado, a pesar de ello, no impidió que Morante buscara el lucimiento. Pablo Hermoso emocionó y llegó con fuerza a los tendidos ante el primero, un novillo de calidad y muy buenas condiciones. Curro desbordó clase, torería y gusto ante el segundo de la mañana, poniendo al público en pie a grito de «torero». Frascuelo llevó al complejo tercero con solvencia y oficio, logrando desarrollar una faena de matices sobre el derecho. César de reencontró con Madrid, vaciándose, superando cualquier expectativa, cortando las dos orejas a un extraordinario sobrero de Garcigrande, al que exprimió y cuajó. Ponce derrochó clase, verdad y mucho gusto, empañando su labor con el acero, aunque desarrollando una faena a cámara lenta con la que paró el tiempo. Morante desarrolló una meritoria labor ante el escaso y complejo novillo de Osborne, ante el que logró lucirse con variedad y detalles muy pintureros y toreros. Olga no se dejó nada dentro, desarrollando una buena labor ante el séptimo, mostrándose con capacidad, luciéndose con variedad y verdad

Pablo Hermoso de Mendoza, ovacionado ante el primero de la mañana

Salió el primero de la tarde, al que recibió Pablo Hermoso de Mendoza, encelándolo en los medios para dejar el primer rejón de castigo. En el segundo también tuvo acierto, encontrando un toro que se arrancaba con viveza. Cambió a banderillas, corriéndole de costado, bordeando las tablas, aprovechando la movilidad y ritmo de aquella embestida. Lo toreó con la grupa, llevándolo totalmente metido mientras desarrollaba un tercio lucido y variado con las banderillas. Puso los palos al quiebro, apurando las distancias, llegando con fuerza a los tendidos, aprovechando las buenas condiciones de su oponente.

Curro Vázquez corta las dos orejas al segundo tras una faena de gusto y torería

Saludó Curro Vázquez al segundo del festejo, lanceándolo con gusto, tratando de llevarlo metido hasta rematarlo con torería. Comenzó su labor de muleta bajo los terrenos del tendido cinco, doblándose con el, pasándolo por ambos pitones con torería, entre los «olé» del respetable. El gusto y la clase levantaron a los tendidos. Continuó sobre el derecho, teniendo que  mantenerse en un tira y afloja con el viento. Le dio tiempo y sitio para cambiar al toreo natural, pasándoselo a cámara lenta. Acarició las embestidas de un novillo que pasó y sirvió, brindándole las opciones para que Cutro volviera a sacar a relucir su capacidad y dimensión. Mató con acierto y determinación.

Frascuelo, solvencia y oficio ante el complejo tercero

Frascuelo se anclado al firme para lancear al tercero, un novillo que le apretó y que además fue algo suelto de salida. Después de brindar a la Infancia Elena, empezó a pasarlo genuflexo, llevándolo despacio, con temple. Continuó en el tercio, tratando de acoplarse con un ejemplar más agarrado al piso, que medía y que le costaba cumplir en los pases. Por ello, Frascuelo quiso seguir tanteándolo, moviéndolo hasta definirse por el pitón derecho, pudiendo envolvérselo mientras le iba sacando del tercio. Fue compleja la faena, pero el maestro se quiso imponer con una meritoria labor en la que trató de dejársela muy puesta para llevarlo en tandas cortas y medidas. Uno a uno lo fue pasando, pero su oponente se metía por dentro y el viento no ayudaba. Cada vez le costaba más pasar, pero cumplió con solvencia y oficio.

César Rincón corta las dos orejas a un gran sobrero de Garcigrande 

César Rincón se dispuso para estirarse con gusto y despaciosidad a la verónica para saludar al cuarto del festejo, un novillo que salió suelto y ajeno al capote del colombiano. Después de que se comprobara que el animal era inservible y volteara a Gustavo, Morante instó en que fuera devuelto. En su lugar salió un novillo de Garcigrande al que saludó con gusto y torería Rincón, rematando con el capote a la cadera. Comenzó su labor de muleta con unos pases por alto, mostrándolo por ambos pitones, bajándole pronto la mano, mientras le iba andando y ganando terreno. Se llevaron al novillo al burladero de matadores y Rincón hizo lo que todos estábamos esperando, citarlo en la larga distancia. Tras aquel emocionante encuentro, siguió apostando por citarlo en largo, pudiendo aprovechar la inercia para envolverse una embestida con ritmo y emoción. También lo llevó al natural, encajándose y pasándolo con profundidad y sabor exquisito. El de Garcigrande se arrancaba con prontitud a la muleta del colombiano, que le bajó la mano, desarrollando unos muletazos infinitos de una emoción indescriptible. Culminó con unos pases por alto y un remate por abajo, dando paso a la suerte suprema, logrando la estocada al segundo intento.

Ponce corta una oreja al quinto tras una faena de gusto y mucha clase

Enrique Ponce llevó con suavidad al quinto, acariciando las embestidas. Después de brindar a Morante de la Puebla, comenzó su faena despacio, mostrándolo por ambos pitones, templando, sacándolo con suavidad. Con la cadencia que lo caracteriza, se lo empezó a envolver al natural, llevándolo a cámara lenta, dejándole los vuelos para arrastrar una embestida lenta y pausada. Hizo una obra de arte, también por el derecho, ligando las series, dejándosela muy puesta, llevándolo cosido. Continuó con unas poncinas en las que lo pasó al compás de los «olé» del respetable. Sin embargo, había todavía contenido y Ponce siguió toreando al natural, cruzándose, encontrando una embestida pronta, noble y armónica con la que tomaba el engaño humillando. El diestro le corrió la mano mientras se paraba el tiempo en Las Ventas. Culminó con unas poncinas y una estocada con la que deslució su labor.

Morante corta una oreja al complejo novillo de Osborne

Morante de la Puebla recibió en su capote al tan esperado novillo de Osborne, con el que se lució por verónicas y remató con el sello de Antoñete. Se fue a los medios y brindó al cielo el de La Puebla. Comenzó su labor doblándose con el para después levantarse y seguir pasando a un novillo que se desplazaba y que atendía con prontitud a las demandas de Morante. Eligió el pitón derecho y las distancias cortas en el tercio para desarrollar aquella primera serie. Resultó un tira y afloja ante un novillo al que había que sujetar y ayudar para pasarlo. Logró darle sabor a una embestida escasa y sin contenido, pero el público tuvo paciencia y permitió que el diestro encontrara el acople. También lo mostró sobre el pitón izquierdo, llevándose a la cadera a un novillo de embestida corta y de salida deslucida. Le bajó la mano y uno a uno, incluso a base de molinetes dio forma a una faena breve pero muy intensa. Aunque metió bien el acero, no esperó y descabelló.

Olga Casado corta las dos orejas al séptimo

Salió el séptimo, al que Olga Casado lanceó a base de verónicas en un saludo capotero muy aplaudido. Se echó el capote a la espalda para lucirse en un ceñido quite desde los medios. Se alcanzó la faena de muleta y después de brindar a todos su compañeros de cartel, inició la faena por estatuarios por alto, pasándolo por ambos pitones, rematando aquel inicio por bajo. En el tercio siguió sobre el derecho, primero a media altura para después irle bajando la mano y envolvérselo a la cadera. Le bajó el engaño, llevándolo con ritmo, aprovechando la movilidad de su oponente, ligando la serie, aunque con ciertos parones para reestructurar y continuar. Cambió al pitón izquierdo, marcando el trazo con la ayuda, sin terminar de acoplarse con el. Decidió moverlo y cambiar los terrenos, pasándolo en largo aprovechando los vuelos, sin poder bajarle la mano en exceso, aunque culminando la serie con unos adornos muy toreros. Recuperó el pitón derecho de un novillo algo más parado y venido a menos, pero con el que logró hacer una buena labor. Volvió a mostrarlo al natural, desarrollando una seré de sabor, profundidad y mucha verdad. Culminó con unas poncinas y una estocada certera y efectiva.

Ficha del festejo:

Las Ventas. Madrid. Novillos de El Capea, Garcigrande y José Luis Osborne. El primero de El Capea mostró muy buenas condiciones, permitiendo el lucimiento del toreo a caballo. Los de Garcigrande fueron variados en comportamiento, aunque en líneas generales, permitieron el lucimiento y el triunfo, ofreciendo buenas embestidas y entrega en la tela. El de José Luis Osborne fue escaso y más limitado, a pesar de ello, no impidió que Morante buscara el lucimiento. Pablo Hermoso de Mendoza, ovación; Curro Vázquez, dos orejas; Frascuelo, vuelta al ruedo; César Rincón, dos orejas; Enrique Ponce, oreja tras aviso; Morante, oreja; Olga Casado, dos orejas

 

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