13 de diciembre de 2025/Adiel Armando Bolio

Cuando se torea por el gusto de hacerlo, por convicción, de complacer el alma y el espíritu, surgen matadores de toros como el acalitense Arturo Prado, un claro ejemplo de lo que es vestirse de luces para darle vuelo a ese sinigual sentimiento de sentirse así ¡torero!

Gracias a ese plan de torear poco, pero, sustancioso, es que Arturo apenas cerró el reciente viernes 12 de diciembre de este año una campaña que contuvo cuatro tardes, con el mismo corte de apéndices, uno de ellos obtenido en la citada fecha, en corrida mixta, en el legendario coso “Alberto Balderas” de Villa García, Zacatecas, ante un lleno y con el buen encierro de la dehesa de La Cardona.

De esta manera, Arturo Prado ha cuajado una faena por ambos pitones de significativo calado, que llegó de verdad al público, sobresaliendo su toreo derechista y, al final, tras un pinchazo, logró cortar una oreja con petición de la segunda.

Sus alternantes matadores, César Montes, se mostró voluntarioso para tener silencio tras un aviso.

Eduardo Castro le puso firmeza a su trasteo, lo que le valió obtener una oreja.

Y, Emmanuel Cuenca, entendió la buena condición de su astado para cuajarle una faena entregada y bien rematada con la espada para hacerse de dos apéndices.

El novillero colombiano Maikel Ramírez, en su presentación en esta plaza, dejó un más que grato “sabor de boca” gracias a su entrega y su valor, por desgracia malogró el triunfo por la espada y todo quedó en palmas de aliento.

Y el aspirante a novillero Ricardo Romero, con un ejemplar de Martín Puentes, mostró buenos adelantos en su crecimiento torero para escuchar aplausos.