César Rincón: Madrid por siempre

25 de diciembre de 2025/Víctor Ramírez “Vitico”

El nombre de César Rincón estará por siempre ligado al de la plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid desde aquel maravilloso mes de mayo de 1.991 cuando el maestro bogotano logró la hazaña increíble de abrir cuatro veces consecutivas la puerta grande de la primera plaza del mundo en una sola temporada. Aquel niño que soñaba con ser torero llegó a ser máxima figura gracias a su valor, capacidad, temple y buenas maneras por nombrar sólo algunas de sus grandes cualidades. El camino estuvo lleno de espinas, piedras y tropiezos, pero la perseverancia y la fe siempre han tenido recompensa. Rincón hizo su primer paseíllo en Las Ventas el 2 de septiembre de 1984 para confirmar la alternativa de manos de Manuel Ruiz “Manili” con el testimonio de Pepe Luis Vargas que le cedieron al toro “Fojanero” de Lamamié de Clairac. No pasó nada especial ese día y César regresó a Colombia a seguir luchando hasta que en 1990 abrió caminos en España con una buena temporada que le permitió volver a Madrid en el año siguiente 1991. Tras una buena actuación con los toros de Cuadri en abril, firmó el valioso contrato para San Isidro para el 21 de mayo para estoquear toros de Herederos de Baltasar Ibán. Esa tarde saludó una gran ovación con “Barbero” número 41 negro listón de 490 kilos y le cortó las dos orejas a “Santanerito” número 40, negro listón chorreado de 542 kilos. Al día siguiente repitió apoteosis al sustituir a Fernando Lozano. Paseó otras dos orejas del toro “Alentejo” de Murteira Grave. El 6 de junio fueron tres las orejas conquistadas a una muy seria corrida de Samuel Flores en una histórica corrida de Beneficencia donde compartió apoteosis con José Ortega Cano. La cuarta salida a hombros llegó el 1 de octubre el día de la confirmación de alternativa de David Luguillano, al pasear la oreja de un toro de un toro de Sepúlveda y otro muy fiero de Moura. La quinta puerta grande consecutiva pudo llegar el 25 de mayo de 1992 cuando enfundado en un precioso terno caña y oro con remates negros cuajó una gran faena a su primer toro de Marqués de Domecq pero pinchó dos veces antes de la estocada quedando todo en una apoteósica vuelta al ruedo.

El 1 de octubre de 1993 cortó una importante oreja a su primer toro de Puerto de San Lorenzo en una tarde de furioso vendaval. En el  San Isidro de 1994, en su primera tarde dio una vuelta al ruedo con un toro de Marqués de Domecq y el 7 de junio, de blanco y oro se enfrentó al mítico “Bastonito” en un encuentro épico que se saldó con una de las orejas más valiosas de su carrera. El 29 de mayo de 1995 vestido de verde oliva y oro conquistó su quinta puerta grande al cortar las dos orejas al toro “Emplazado” de Hermanos Astolfi en una faena extraordinaria rematada de superior estocada al encuentro. El 17 de mayo de 1997 ataviado en un precioso azul marino y oro cuajó a un toro llamado “Canito” de Valdefresno con el que dio la vuelta al ruedo. El 17 de abril de 2004 volvía César a triunfar en Las Ventas esta vez en el festival homenaje a las víctimas del atentado del 11M. Extraordinaria faena a un toro de Alcurrucén del que cortó el par de orejas. De celeste y oro abrió su sexta y última puerta grande vestido de luces en Las Ventas el 18 de mayo de 2005 con sendos trofeos de toros de Alcurrucén para cortar su última oreja en corrida de toros en esta plaza el 26 de mayo de ese mismo año a un toro de Jandilla en la Corrida de la Prensa curiosamente ataviado de un color similar al de su quinta puerta grande. César se despidió de su plaza el 8 de junio de 2007 con un toro de José Luis Pereda y otro de Moisés Fraile alternando con Morante de la Puebla y César Jiménez. Los números del maestro Rincón en Las Ventas nos dicen que toreó 30 corridas de toros, en las que cortó 16 orejas, dio 3 vueltas al ruedo sin cortar trofeos, estoqueó 63 toros y abrió 6 puertas grandes. Alternó con 34 matadores de toros siendo Enrique Ponce con el que más toreó al coincidir 8 tardes, luego Curro Vázquez con 4 y 3 con José Ortega Cano, Manuel Jesús “El Cid” y José Tomás. Con el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza fue el único rejoneador con el que compartió cartel. Fue padrino de confirmación de alternativa de cinco toreros: Raúl Zorita, José Ignacio Sánchez, Eugenio de Mora, Eduardo Gallo y Miguel Ángel Perera y como testigo ofició en las confirmaciones de David Luguillano y Jesús Janeiro “Jesulín de Ubrique”. Toreó tres mano a mano, uno con José Ortega Cano y dos con Enrique Ponce, actuó en las corridas de Beneficencia de 1991,1992, 1995 y 1997 y dos Goyescas, las de 1997 y 1998. Pero aún quedaban por escribir páginas brillantes en esta relación. César volvió a salir a hombros esta vez en el homenaje que el Centro de Asuntos Taurinos de Madrid le rindió con motivo de los 30 años de las cuatro puertas grandes el sábado 22 de mayo de 2021. En un muy emotivo acto Juan José Padilla tomó la iniciativa e izó en volandas a César en un camino muy conocido para él. Morante de la Puebla con el que curiosamente toreó su última corrida en Las Ventas le llamó para el festival del 12 de octubre en homenaje a su padrino de alternativa Antonio Chenel “Antoñete” y allí estuvo el maestro para cuajar una vez una gran obra en ese ruedo donde se cubrió de gloria. Aunque el novillo inicial de Gracigrande salió haciendo extraños en la vista y fue devuelto el destino le tenía a Rincón otro del mismo hierro al que cuajó y cortó las orejas para salir a hombros en medio de la admiración de todos.Nueve veces, seis vestido de luces, dos en festivales y una de paisano ha traspasado César Rincón el umbral de la gloria. Ahora el maestro consciente del difícil momento por el que atraviesa su país taurinamente hablando se ha preparado intensamente para reaparecer en sendos festivales en las ferias de Cali y Manizales, dando la cara y luchando por la libertad de la tauromaquia, un gesto que sólo podía llegar de la mano del gran César de Colombia, un torero, un hombre, una leyenda.

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