Recordando la tarde  de la gran faena de Talavante en Pamplona hace cuatro años

Talavante le cortó una oreja al primero de su lote y perdió las dos del gran quinto tras una obra extraordinaria al natural que malogro con la espada, López Simón no se dejo ganar la pelea paseando una oreja de mérito. Urdidles dejo detalles con torería ante un interesante encierro de Jandilla en una tarde donde estuvo presente Suertematador.com

11 de julio de 2020/Emilio Méndez

El 11 de julio de 2016 Alejandro Talavante realizó una gran faena al buen quinto con el hierro de Jandilla, un ejemplar con mucha clase y embestida profunda a la que el extremeño le cuajó una obra de arte basada en el toreo al natural, a cámara lenta. Enjundia, sabor, gusto. Cosidas también las series en redondo. Toreo de suma naturalidad y fibra. Categoría. Trincheras, pases de pecho, cambios de mano, un deleite para quienes estuvieron esa tarde ahí presentes. Perdió las orejas por fallar con la espada pero la obra quedo para la historia de este coso. Ovación para el toro en el arrastre. Vuelta al ruedo para el torero.

Manejable fu el segundo de la tarde de Jandilla, que pecó de no terminar nunca de repetir por su acusada querencia a las tablas. Un buen toreo de capa de Talavante, que cuajó una faena inteligente en la que entendió bien a su oponente. Abrió con una arrucina de rodillas en los mismos medios. Le sujetó con pulso y temple en una primera parte de labor muy despaciosa en la que sobresalieron los naturales, toreando con suavidad para no apretar al animal. El tramo final, con el toro más cerrado, estuvo presidido por la entrega de una tanda en redondo de rodillas, un manojo de manoletinas y una estocada. Oreja.

Buen toro el tercero, de serias pero bellas hechuras. Armado, con cuajo, proporcionado, el toro embistió con ritmo y duración. Apareció en pista la ambición de López Simón, que cuajó una faena templada y atalonada. Bueno su toreo en redondo, asentado, reunido, ligando con precisión. La firmeza del madrileño también al natural, para subir la temperatura con un final vistoso: series de hinojos, circulares ciñéndose con su oponente y el remate de un pinchazo y una estocada cobrada en el mismo centro del ruedo. Tardó en caer el de Jandilla. Oreja.

López Simón apostó frente al sexto, que se movió mucho pero no tuvo criterio a la hora de coger los engaños. Faltó ritmo y entrega al animal. Quien puso la entrega fue el de Barajas, que buscó al toro constantemente hasta exprimirlo con decisión en una labor ambiciosa. Se le pidió un trofeo que no atendió el palco y dio una vuelta al ruedo.

Toro bien hecho, serio, noble pero sin entrega y que acabó paseándose. Así resultó el primero de Jandilla. Diego Urdiales estuvo tiempo delante de él tratando de empujar hacia adelante su embestida sin lograrlo. Tesón del riojano, que concluyó de una estocada caída. Silencio.

No humilló el cuarto, que se movió descompuesto con la cara alta. Deslucido el toro. No tuvo opciones Diego Urdiales, que se sacó al toro más allá de la segunda raya y le muleteó sin brillantez. Mató de una estocada casi entera. Saludos tras aviso.

Ficha: Pamplona, lunes 11 de julio de 2016. Feria de San Fermín. Toros de Jandilla, bien presentados, serios, de buenas hechuras. Nobles y de buena conducta, de variado juego. Los mejores fueron 3º y 5º, éste último ovacionado con justicia en el arrastre por su enorme clase. Manejable el 2º. Deslucidos 1º y 4º. Sin clase el 6º. Diego Urdiales, silencio y saludos tras aviso; Alejandro Talavante, oreja y vuelta al ruedo; y López Simón, oreja y vuelta al ruedo. Entrada: Lleno. Los toreros hicieron el paseíllo desmonterados en señal de duelo por Víctor Barrio, fallecido el pasado sábado en Teruel.

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