De la lírica a la épica: gesta de Escribano y toreo caro de Borja en una Maestranza de Sevilla que estalla de emociones

Borja Jiménez paseó una oreja de peso y perdió otra por el mal uso de la espada en una tarde donde destacó la porfía de Roca Rey y la heroicidad de un Manuel Escribano que desorejó al sexto tras ser operado de urgencia dentro de una corrida que nunca acabó de romper

13 de abril de 2024/Pablo Léopez Rioboo/Fotos: Eduardo Procuna

Manuel Escribano, Borja Jiménez y Roca Rey lidiaban, este sábado, la corrida de Victorino Martín en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Borja le roba un puñado de naturales hondos y profundos a un primero con guasa

La tarde comenzó con gran intensidad tras irse a la puerta de chiqueros Manuel Escribano, diestro que aguantaría estoico la salida de un toro que hizo caso omiso al sevillano. Permaneció rodilla en tierra hasta que el animal decidió acudir a su llamada. Dejó una larga donde el toro acometió siempre con las manos por delante quedándose corto en los lances de capa. Fue por el derecho cuando se echó a los lomos al de Gerena infiriéndole una cornada que le obligó a pasar a la enfermería. Se hizo cargo de la lidia Borja Jiménez espada que se jugó el tipo con un animal que brindó a su compañero herido. Se trató de un animal que siempre embistió por dentro a derechas, yéndose eso sí más largo a zurdas. Borja cogió pitón la zurda pitón por el que a base de firmeza y buena colocación le robó una docena de naturales de enorme merito a un ejemplar muy desigual en sus embestidas, pero que se deslizó cuando lo llevabas enganchado. Le colocó perfecta la muleta, pulseó su embestida alargando el muletazo hasta el final. Siempre asentado en los riñones, Borja no se dejó ganar la pelea por un ejemplar de gran exigencia. Volvió a derechas, pitón por el que siempre hizo hilo un toro que estuvo a un tris de echárselo también a los lomos. Se arrebató dejando una última serie al natural a pies juntos que caló en la parroquia sevillana. La lástima fue una estocada muy caída que dejó todo en una cerrada ovación.

Porfía sin eco de Roca Rey con un segundo que nunca quiso ir hacia adelante

En segundo lugar salió ‘Minueto’ toro que estaba reseñado en tercer lugar. Un astado que ya de salida evidenció que no iba a querer empujar por abajo buscando los vuelos. Tras pasar por el jaco fue el turno de quites de un Jiménez que quitó al animal por ajustados delantes antes de cerrar con una media detrás de la cadera. Porfaría Roca en una labor donde su labor llegó a los tendidos a cuentagotas. El peruano buscó pulsear al toro en la media distancia pero este tendió siempre a ir con la cara a media altura. Una labor donde no conectaron toro y torero, algo que notaron los tendidos y que provocó una división de opiniones entre los que aplaudían la disposición del espada y otros que criticaban que no se pusiese de verdad. Conforme fue avanzando la faena el toro se fue quedando cada vez más corto, faltándole franqueza y metiendo la cara entre las manos antes del inicio de cada serie. Tras pasaportar al de Victorino escuchó una ovación.

Borja Jiménez pasea la oreja de un encastado tercero al que hizo romper a base de temple, bragueta y buena colocación

En tercer lugar salió ‘Baratero’ primero del lote de Borja, un astado que no se dejó torear de capa y al que se castigó lo justo en varas. Borja sabía que para hacer que rompiera el de Victorino debía ponerse primero en el sitio y luego jugar con las alturas y distancias. Inteligente estuvo el de Espartinas en alargarle el muletazo en un comienzo muy en lidiador a un astado que por el izquierdo tendía gazapear, algo que dificultaba la ligazón. Anduvo en torero, siempre presentándole muy planchada la muleta y pulseando la embestida. Se fue a los terrenos del 2 para cimentar una labor donde buscó someter al animal con suavidad. Seda en vez de látigo. Enorme fue el cambio de mano que precedió a una tanda donde paladeó en toreo con la zurda. Rotundo anduvo el de Espartinas en una tanda tan rotunda como bella. La serie a pies juntos llevándose la embestida detrás de la cadera acabó por romper a una plaza que vivió intensamente una labor donde siempre buscó el triunfo por la vía del toreo. Exigente, pero muy agradecido fue este tercero, un animal que a derechas, pese a faltarle un punto de humillación, acabó entregándose y yendo a más gracias a un espada que supo darle aquello que pedía en cada momento. Finalizaría su labor con doblones por bajo de gran sabor y torería. Su único lunar vendría por estocada tendida que provocó la tardanza en caer de un toro que se tragó la muerte por su condición de bravo.

Roca vuelve a porfiar con un cuarto al que le faltó entrega

En cuarto lugar lidió Roca Rey a ‘Plantainas’ animal que debía cerrar plaza pero que tras la cornada a Manuel Escribano saltó en el citado cuarto lugar. Un astado que se dejó pegar al jaco llegando sin definir a la muleta. Antes Roca había quitado por templadas tafalleras replicando Jiménez por chicuelinas en un claro gesto de competencia. El peruano brindó a José Antonio Campuzano una labor tesonera donde no acabó de convencer a una plaza que había colgado el “no hay localidades” horas antes del comienzo del festejo. Se vio predispuesto y con ganas a un espada que sufrió la intransigencia de un sector de la plaza, pese a ello intentó buscar en todo momento el camino que le llevara a meter en el canasto a un astado carente de clase y entrega. Una labor donde toro y torero no encontraron esos vasos comunicantes que les llevaran a un entendimiento. A zurdas quiso pulsear al toro en todo momento pero este siempre tendía a frenarse. Con el Victorino ya muy a menos el peruano acortó distancias dejando una última serie que sí llegó con mayor fuerza a unos tendidos ya divididos.

Borja Jiménez planta cara al destazado y geniudo quinto en una labor sorda y de gran mérito

En quinto lugar salió ‘Cobardón’ un toro que hizo honor a su nombre bajando la persiana cuando Jiménez se montó encima de él. Un animal que metió el miedo en el cuerpo a la afición hispalense nada más irse Borja Jiménez a la puerta de chiqueros. Dos gañafones llegaron a desarmar al de Espartinas algo que no cambió el rictus de diestro. Este fue un toro que empujó al jaco, pero que llegó a la muleta guardándose todo dentro. Borja lo trató como si fuera bueno, se colocó en el sitio donde embisten los animales, se la puso en la cara y tiró del astado con suavidad, pero este nunca quiso irse tras los vuelos. Poco a poco fue puliéndole los defectos gracias al juego con las alturas, distancias y querencias. A zurdas el Victorino tenía medio viaje en su embestida quedándose debajo a mitad del muletazo. Se volvió a ver solvente a un diestro que fue todo entrega en una tarde de gran compromiso para él.

Escribano pasea las dos orejas del incierto sexto

Toda la afición vivió con el corazón encogido la faena de Escribano al sexto toro de la tarde, un animal con carácter que nunca se entregó en los trastos del de Gerena. Se fue a portagayola para espantar fantasmas, jugándosela nuevamente con un astado que tendió a frenarse en el capote. Manuel, visiblemente dolorido no quiso faltar a su cita con las banderillas dejando dos pares de gran intensidad. Gabriel Fernández Rey vio clara la situación y no obligó a poner un tercero en un claro gesto hacia el espada. Brindó a José Luis Moreno una faena sincera, pero que no pudo ser rotunda debido a su merma física y al comportamiento de un toro que siempre estuvo detrás de la mata. Un animal violento a zurdas y de medio viaje a derechas con el que estuvo decidido y fresco de mente el sevillano. Manuel nunca le apretó al astado, lo llevó a su aire, siempre buscando torearlo hacia fuera al venir muchas veces vencido. Le aguantó parones y miradas poniéndose muy de verdad con un toro que no regaló una embestida. Se veía en el rostro del sevillano que lo estaba pasando realmente mal, la cornada, pese a la anestesia, le mermaba a la hora de poder moverse. Acertó en perderle siempre pasos y en llevar empapado de muleta a un Victorino que pesó una enormidad en los trastos. Sevilla andaba entregada a un torero que hizo un esfuerzo enorme para plantarle cara al sexto del festejo. Enterró la espada y la plaza pidió de forma unánime un doble trofeo que la presidencia concedió pese a no haber alcanzado la faena cotas excelsas. Hay días donde la sensibilidad se tienen que poner de manifiesto.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Séptima de abono. Corrida de toros. Lleno de No hay billetes.

Toros de Victorino Martín. de gazapona y medidora embestida a derechas un primero que pesó mucho en la pañosa; de media embestida un segundo que nunca quiso romperse buscando los vuelos; a más un tercero que sacó fondo de bravo; de embestidas a media altura, un cuarto al que le faltó entrega y fondo; sin entrega ni fondo el deslucido quinto y con genio un sexto que siempre estuvo detrás de la mata .

Manuel Escribano, enfermería, dos orejas (6º).

Borja Jiménez, ovación (1º), oreja (3º), palmas (5º).

Roca Rey, ovación (2º), ovación (4º).

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