“Hay que guardar vida para seguir viviendo”, afirma Gustavo Campos

Banderillero que el sábado dirá adiós, en la Feria de San Marcos

23 de abril de 2024Adiel Armando Bolio

El próximo sábado 27 de abril, en la que será la novena corrida de la CXCVI edición de la Feria Internacional de San Marcos 2024, en el coso Monumental de Aguascalientes, yendo en la cuadrilla del matador michoacano Isaac Fonseca, dirá adiós a la profesión, como torero de plata, tras 27 años de andar en la filas de los banderilleros y, 24 como profesional, por parte de la Unión Mexicana de Picadores, el estupendo peón de brega y gran amigo mexiqueño, avecindado en suelo acalitense, Gustavo Campos.

Por tal motivo, logramos platicar con él y esto es lo que nos dijo al respecto y de cómo es que llegó a esta decisión, estando en plenitud de facultades, tras una exitosa y digna trayectoria taurina.

“Este sábado diré adiós a esta profesión, luego de 24 años como banderillero, no es mucho tal vez, pero, si ha sido muy intensa esta carrera. Gracias a Dios he estado en las cuadrillas de las máximas figuras del toreo de allá y de aquí. Me voy en plenitud de facultades, pero, creo estando en un buen momento profesional, quiere decir algo positivo como persona y, ello, hay que aprovecharlo a partir del próximo domingo en el día a día”.

Si se puede saber ¿qué fue lo que te orilló a tomar esta decisión?

“Son muchas circunstancias, sobre todo, motivos personales, causas internas y procesos psicológicos, las que me llevaron a tomar esta decisión. Es una determinación dura, es difícil. Fue hace un año y media cuando lo decidí para poder expresarlo, pues, no es fácil dejar tu vida así nada más, pero, como lo dije, hay que guardar vida para seguir viviendo y es lo que voy a hacer. He sido demasiado entregado a mi profesión y ahora hay que entregarle lo mismo al ser humano para seguir adelante”.

Taurinamente ¿cómo nació Gustavo Campos, fue en la escuela taurina de tu padre?

“Desde un poco antes. Antes que patear un balón o aprender a caminar, yo ya agarraba los trastos desde los tres años. A los seis toreé por vez primera ya estando dentro de la escuela de mi padre, Leonardo. Fui becerrista, pero, me decidí muy temprano por ser subalterno de a pie, a los 13 años. A los 14 recibí mi permiso como aspirante y me examiné a los 17. Todo fue muy rápido”.

Entre ser aspirante y ser examinado ¿cuántos festejos sumaste?

“No fueron muchos. Trascurrieron tres años como aspirante y durante ellos habré llegado a un centenar. Al final de cuentas, lo que me ayudó fue la preparación que mi padre me dio para llegar al examen, más que los festejos que sumé”.

¿Dónde, cuándo y cómo se dio tu examen?

“Fue el 29 de julio del 2000, en el aniversario del ‘Palacio del Arte’ de Morelia, yendo con los matadores Paco Dóddoli y Fernando Ochoa, en mano a mano, con toros de Mariano Ramírez. Fue una bonita tarde, de mucha presión, porque era un examen profesional, fue una tarde que compartí con mi papá vestido de torero y con el maestro Raúl Bacelis, que descanse en paz, quien también fue alumno de la escuela de mi padre. Lo pasé y así empezó mi historia”.

En el renglón de cornadas y fracturas ¿cómo te fue?

“Por fortuna he sido poco lastimado, pero, si he sufrido lesiones fuertes. Tengo tres cornadas, la primera fue penetrante de vientre, de 40 centímetros de extensión, a los 14 años, apenas cuando empezaba mi trayectoria como aspirante. Sucedió en Lagunillas, Michoacán, por un astado de Teófilo Gómez, en un festival que torearon el maestro Joselito Huerta, Alejandro Silveti, Mauricio Portillo y Paco Dóddoli”.

Por otro lado, más amable, has logrado ser premiado en varias ocasiones.

“He tenido la fortuna de ser galardonado. Tengo premios en la Monumental Plaza México, en Guadalajara, Aguascalientes, Zacatecas, Huamantla, Texcoco y Tijuana, entre otras plazas. Además, cuento con el reconocimiento de muchas peñas, de la prensa especializada y, sobre todo, que es lo más importante para un subalterno, tener el reconocimiento de los toreros, pues a pesar de que varios matadores saben que estoy por retirarme, me siguen tomando en cuenta para salir con ellos”.

Gustavo Campos es un torero de plata más que respetable y una muestra de ello es que ha militado en las cuadrillas de afamados diestros nacionales como Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Joselito Adame, Juan Pablo Sánchez, Sergio Flores y Antonio García “El Chihuahua”, entre otros muchos. Y del extranjero, con el madrileño Julián López “El Juli” durante siete años, dos con el también madrileño José Tomás, cinco con el sevillano José Antonio “Morante de la Puebla”, tres con el francés Sebastián Castella, uno con Enrique Ponce y, de manera suelta, con el peruano Andrés Roca Rey, Paco Ureña y Ginés Marín, entre otros más.

Si Gustavo Campos volviera a nacer ¿qué pasaría?

“Volvería a ser banderillero. Todo lo que soy como persona, como hombre, como ser humano, se lo debo al haber sido banderillero, a salirle al toro y a servirle a los toreros”.

¿Te faltó algo?

“Si, me faltaron por cumplir muchos sueños, como el ir a España, pero, eso no quedaba en mí, eso le compitió a los matadores y, al final, no se pudo. Y si se cumplieron otros sueños que no tenía pensados”.

¿Te sobró algo?

“No, creo que lo que me entregó la Fiesta de los Toros fue el nivel con el que yo me entregué a ella”.

La tarde de este sábado, vestido de luces y yendo en la cuadrilla de Isaac Fonseca ¿qué recuerdos se te van a agolpar en la mente? Gustavo respiró hondo, algunas lágrimas recorrieron sus mejillas y, conmovido e inundado por el sentimiento y la melancolía, dijo:

“Todos, desde que era niño, aprender a coger un capote, la exigencia de mi padre, corridas importantes con todas las figuras en todas las plazas. Son muchos los recuerdos. Ha sido una carrera muy bonita”.

Cabe señalar que Gustavo Campos cerrará su carrera actuando cuatro días seguidos en el serial taurino de la verbena aguascalentense. Saldrá este miércoles 24 de abril, en la Corrida de la “Oreja de Oro” con el tlaxcalteca José María Macías. El jueves 25, día fuerte de la feria, con el rejoneador novillero queretano Javier Funtanet. El viernes 26 con el francés Sebastián Castella. Y el sábado 27, como ya se apuntó, en su postrera tarde como torero de plata, saldrá con el michoacano Isaac Fonseca.

¿Algo que quieras agregar mi estimado Gustavo?

“Agradecerle a toda la gente, a todos los toreros, a toda la afición y a mi familia, sobre todo, que ha estado siempre conmigo”.

¿Qué va a hacer ahora Gustavo Campos una vez que concluya la corrida de este sábado?

“Vivir simplemente y tratar de hacer que, como persona, pueda llegar a realizarme la mitad que logré como profesional del toreo”. ¡Enhorabuena y mucha suerte!

MÁS DE 70 AÑOS DE LA DINASTÍA CAMPOS

La dinastía torera de la familia Campos empezó en 1948 con don Leonardo Campo Robles, quien fue novillero y terminó siendo picador de toros.

Sus hijos, Delfino y Leonardo Campos Alba, el primero de ellos fue varilarguero y, el segundo, banderillero.

El hijo de Delfino, Francisco “Curro” Campos, es torero de a caballo.

Y los hijos de Leonardo, los hermanos Campos Rubio, Héctor Javier y Víctor Hugo, ambos de castoreño y, Gustavo, banderillero.

Y el hijo de Gustavo, David Campos Ávila, quien anda queriendo ser torero, es nieto de quien también fue subalterno de a pie, Rubén Ávila.

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