Juan Ortega, Puerta Grande de clase y torería en Colmenar Viejo (Fotos y Video)

2 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Colmenar Viejo ha celebrado su tercera corrida de toros y el cuarto festejo de su Feria Taurina. Los diestros José María Manzanares, Juan Ortega y Pablo Aguado se midieron a los ejemplares de Conde de Mayalde. Los animales fueron variados en comportamiento, con clase y muy buenas condiciones. Manzanares se dispuso delante del primero, con firmeza y decisión a pesar de sus mermadas condiciones. Desarrolló una faena de acople y entendimiento ante el cuarto, a base de paciencia, exprimiendo aquellas embestidas, pudiendo lucirse con el. Juan Ortega cautivó con el segundo después de plantearle una faena dotada de temple, clase y mucha torería. Lo intentó con el quinto, pero no tuvo demasiadas opciones, quería más que podía. Aguado desarrolló una faena de altibajos en la que toreó despacio y lo mostró por ambos pitones. Lo buscó y llevó con arte y torería al sexto, pero deslució su labor con el acero.

Manzanares, firme e insistente ante el primero

Manzanares bregó al primero de su lote sin poder estirarse con el, un animal protestado desde su salida. Se alcanzó la faena de muleta y Manzanares lo pasó por alto sobre el pitón derecho, muy despacio. Lo probó también al natural, un ejemplar justo de fuerza y algo limitado con el que Manzanares se mantuvo delante con un toreo lento y pausado, adaptado a las condiciones de su oponente.

Juan Ortega corta las dos orejas al segundo de la tarde tras una faena de arte y clase

Juan Ortega se estiró a la verónica con el primero de su lote, continuando con un lucido quite. Brindó al público y comenzó su faena tanteándolo con ayudados por bajo. Lo sacó del tercio y se lo envolvió sobre el derecho, bajándole la mano. Se adornó de rodillas y siguió sobre el pitón derecho, con clase, temple y despaciosidad ante un toro que siguió el engaño. Cambió al pitón izquierdo,  uno a uno se lo echó a la cadera, dejándosela muy puesta para tirar de la embestida y volver a envolvérselo. Se lo pasó a cámara lente a su antojo, sin levantarle la mano. Culminó con unas arrucinas ajustadísimas y una estocada certera.

Aguado no se pudo estirar en su capote con el tercero, un toro que salió suelto y costó mucho encelar. Se alcanzó la faena de muleta, la cual inició genuflexo, ganándole poco a poco terreno hasta llevárselo más allá del tercio, donde le remató con el de pecho. De dos en dos lo fue pasando por el derecho, todavía sin bajarle la mano, llevándolo a media altura, muy despacio. En el toreo al natural logró completar la tanda, siendo esta llevada. Sin embargo, no tardó en recuperar el pitón derecho, dándole tiempo y cruzándose para pasarlo con despaciosidad y acople, el mismo que encontró con la mano izquierda. Culminó metido en tablas para después rematar con unos ayudados por alto y una estocada tras varios intentos.

Manzanares empaña su faena ante el cuarto con el acero

Salió el cuarto de la tarde, un toro al que frenó y saludó Manzanares, llevándolo con ritmo. Inició una faena lenta y suave, cuidando a su oponente, un toro justo de fuerza. Lo mostró por ambos pitones, buscándolo en largo al natural, con cierta profundidad. La mejor serie llegó sobre el pitón derecho, envolviéndoselo, encontrando ese acople entre ambos. Al natural, sin terminar de bajarle el engaño lo llevó con los vuelos, a base de suavidad y delicadeza. Le bajó la mano al recuperar el derecho, dejando unos muletazos profundos dotados de mucho sabor. Incluso se lo envolvió en redondo. Culminó con alguna tanda más al natural y otra más por el derecho.

Volvió a brillas Juan Ortega con el capote ante el quinto, un toro que salió con buen son y que permitió la expresión. Comenzó su faena genuflexo, obligándolo por abajo para después seguir sobre el derecho. Lo sacó del tercio y tomó la muleta con la mano izquierda, llevándolo despacio, ayudándolo en las salidas. Alternó pitones, tratando de no bajarle el engaño en exceso para evitar que perdiera las manos. Siguió por el derecho, adelantándole el engaño con suavidad para arrastrar la embestida. Resultó un tira y afloja en la que el animal quería más que podía.

Aguado falla con los aceros ante el sexto

Aguado trató de estirarse con el sexto, un toro que no le dio opción en el saludo capotero. Se alcanzó la faena y Aguado la inició por abajo, llevándolo para después levantarse y seguir en el tercio. Rápidamente lo buscó al natural, manteniendo la torería, pero sin acoplarse con el sexto. Poco a poco,  cruzándose y echándole los vuelos a la cara para arrastrar la embestida y meterla de lleno para envolvérselo. Con clase y torería se mantuvo durante toda su faena, llevándolo con despaciosidad. Se tiró a matar, pero sin demasiado acierto.

Ficha del festejo:

Colmenar Viejo. Toros de Conde de Mayalde. Los animales fueron variados en comportamiento, con clase y muy buenas condiciones. José María Manzanares, palmas y oreja; Juan Ortega, dos orejas y palmas; Pablo Aguado, palmas y silencio.

 

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