10 de octubre de 2025/Texto, fotos y video: Emilio Méndez
Llego el 9 de octubre de 2025, sin duda la fecha más importante en la corta pero muy contundente carrera del novillero sin picadores mexicano Ignacio Garibay que llegaba a la final de “Camino hacia Las Ventas” como el favorito para ser el triunfador, al tener la mejor puntuación y sobre todo por su importante temporada europea en la que se ha convertido en el novillero sin picadores mas importante con mas de 30 festejos y casi 80 orejas cortadas, pero sobre todo dejando una importante dimensión de un torero con mucha personalidad, valor, capacidad y un concepto que ha gustado a muchas aficiones.
Pero llego la prueba más importante para el mexicano en Las Ventas de Madrid acompañado de su padre el matador de toros Ignacio Garibay y con el compromiso de representar a la escuela taurina José Cubero “Yiyo” de Madrid. Vestido elegantemente con un vestido azul y oro, hizo el paseíllo con la mira y el objetivo de poder ser el mexicano que pudiera abrir la puerta grande de la plaza mas importante del mundo y sobre todo el poder conquistar a la exigente afición madrileña que lo esperaba con ilusión, así como un sin número de aficionados mexicanos que hicieron el viaje para apoyar a su compatriota.
Toco el turno de hacer el quite al novillo de su alternante Samuel Castrejón, haciendo su presentación en este coso con un buen quite por tafalleras muy ajustadas que gustaron.
Después saludó al primero de su lote y tercero de la tarde con una tijerilla y algunos lances ante un animal que salió suelto, pero sin deslucir, logró el mexicano encelarlo en su capote y llevarlo con variedad, pudiendo estirarse con gusto y elegancia. Después de brindar al respetable, lo recibió desde los medios, a pies juntos, citándolo en la larga distancia. Lo pasó sin rectificar ni un solo centímetro, desarrollando un inicio explosivo. Continuó en aquellos terrenos, midiendo las embestidas, buscando el acople sobre el pitón derecho, corriéndole la mano con gusto y mucha suavidad. Sin embargo, el animal cabeceaba, mostrando una embestida incómoda y con la que además lo desarmó. Garibay continuó con firmeza y seguridad, encajándose para envolvérselo al natural, pasándoselo muy cerca. Volvió a armar la muleta, teniendo que tocar con poder y mando a un novillo que cada vez miraba más y se quedaba más parado. No fue el mejor novillo, pero el mexicano se puso como si fuera bueno, pisando terrenos comprometidos culminando con manoletinas ajustadas y una estocada en buen sitio para ser ovacionado.
Salió el sexto que fue pitado por algún sector del público, aun así Garibay lo saludo con tres faroles de rodillas para después levantarse y seguir con variedad, aunque también jugándosela, siendo bruscamente volteado en el quite por gaoneras, aunque sin aparentes consecuencias. Se fue a por todas, iniciando la faena de muleta de rodillas ante el novillo más protestado de la tarde. Se le quedó prácticamente encima, pero solventó y siguió rematando aquel inicio. Continuó sobre el derecho bajándole la mano, buscando las distancias ante un eral incierto, corto y sin clase. Tuvo que ordenar y recomponer en cada muletazo y aunque lo mostró al natural, se metía por dentro. Decidió cambiar al pitón derecho, pero aquel ejemplar era el más deslucido de todo el festejo. Garibay le dio tiempo y sitio, lo ayudo y dosificó tratando de volver a meterlo y buscarle las teclas. Sabía que era lo que había, pero se mostró dispuesto, firme y entregado a pesar de las circunstancias, robándole las embestidas, de nuevo por el izquierdo, encajándose y pasándolo con gusto y despaciosidad, al menos todo lo que le permitió el de su lote. Antes de entrar a matar desarrolló una tanda al natural sobre el derecho en la que lo prendió sin aparentes consecuencias. Ignacio Garibay se entregó y dio todo de sí, pero no hubo un oponente. Metió la mano con acierto para ser aplaudido.
Al final del festejo Ignacio Garibay nos comentó: “Todo que mejorar, con el primero de mi lote que fue el que tenía más opciones, tenía que dar otra dimensión”.
Garibay estará unas semanas en España para después regresar a México, hacer algo de campo y estar con su familia y de nuevo regresar a tierras ibéricas para continuar con su preparación de cara a su próxima temporada en la que se espera con mucha ilusión que debute como novillero con picadores.
