Oreja al valor de Juan Leal y grave cornada en la apuesta de Rafael González en Las Ventas de Madrid (Fotos)

La corrida de Fuente Ymbro, de genio áspero, condicionó una tarde en la que los toreros jugaron sus cartas con sinceridad y en la que resultó triunfador el francés Juan Leal, con una oreja como premio a su estoico valor. El recién alternativado Rafael Gonzales cobró una grave cornada en su apuesta y Joaquín Galdós solventó la papeleta con sólido oficio.

2 de junio de 2022/David Jaramillo/Fotos: Emilio Méndez

Rafael González tomará esta tarde la alternativa en la Plaza de Toros de Las Ventas en la 26ª de la Feria de San Isidro, junto a Juan Leal y Joaquín Galdós. Se lidiarán toros de Fuente Ymbro en su segunda comparecencia con corrida de toros y tercera si contamos la última novillada del ciclo.

Espeluznante cornada al recién doctorado Rafael González

Galopó rebrincado en su salida el toro de la ceremonia, que cumplió en el caballo ya arrancó lentejuelas del vestido de Juan Leal en el ajustadísimo quite por chicuelinas, antes de darle el abrazo y doctorar a Rafael González, que se hizo con el toro pronto por bajo con cuatro muletazos semigenuflexo, ganando los medios. Y no tardó el toro en mostrar la gran clase de su pitón derecho, mientras que por el izquierdo se lo pensó más, venciéndose a veces. Por eso no dudó en tomar las telas con la diestra para cuajar dos tandas redondas, por templadas, rítmicas y encajadas, con el toro embistiendo con franqueza y noble dulzura. Y la plaza rugió con un cambio de mano soberbio, en el que el toro, sorprendido, tomó la muleta por la izquierda hasta el final, despacio, profundo, eterno. Ya no quiso más por ahí el toro, por mucho que Rafael intentó redondear una serie completa, con algún muletazo de más mérito que valor estético. Volvió a la derecha, pero «Pardillo» de eso sólo tenía el nombre y no volvió a embestir con la misma bondad. El drama vino después, cuando González quiso subir el tono de la faena con unas bernadinas tan ceñidas, cambiando el viaje a última hora, que el toro en un momento no tuvo ni espacio por donde cambiar y se llevó puesto al torero en una voltereta espeluznante. Rafael quiso incorporarse y terminar la faena, pero era evidente que no podía ni sostenerse en pie, incluso, montó la espada con el público entero pidiéndole que se fuera a la enfermería. A lo que, finalmente, accedió. Finiquitándolo su padrino. La ovación se tuvo que oír en la enfermería después del aviso.

Oreja al valor y el poder de Juan Leal

Más temperamental fue la salida del segundo, que en el caballo hizo sonar el estribo y llegó a la muleta soltando hachazos en su rebrincado paso, después de que Juan Leal le soplara una buena serie inicial de rodillas en los medios de derechazos. Ese mal estilo salió cuando la muleta viajaba a media altura, porque cuando el francés la dejó muerta en el hocico y tiró de la embestida con valor para aguantar la tarascada y poder para empujarla hasta el final, el toro obedeció, a regañadientes, pero doblegado. Luego protestaría con ese temperamento demostrado, pero delante tenía a una estatua de mármol que no cedió ni un milímetro, incólume, y que se metió entre los pitones en un arrimón de los que cuentan de verdad, para robar muletazos de muchísimo valor. Además, se tiró a matar con una decisión y una sinceridad apabullante, la oreja cayó por su propio peso.

Oficio, poder y solvencia de Joaquín Galdós con el complicado tercero

Fue violento el encuentro con el caballo del castaño tercero, que empujó con arrestos, pero midió ese poder en la muleta, como guardándoselo para cuando pudiera hacer presa. Y Joaquín estuvo inteligente, para hacerse primero con el toro por abajo y vertir de elegancia la autoridad que imprimió en cada muletazo. Además, tragó quina cuando el bicho se venció y buscó por dentro con peligro, y encontró en la buena colocación la clave para ganar siempre la acción, con la muleta presta para convertir la intentona en un muletazo, que varias veces terminó siendo largo y mandón, por la disposición del torero. Faena de esfuerzo y oficio del peruano, al que nunca le llegó el agua a los tobillos a pesar de las complicaciones. Por eso escuchó palmas tras el aviso después de la estocada corta y el descabello.

Leal se juega la piel a con el áspero cuarto

Empujó bajo el pero con ímpetu el jabonero cuarto, que en el capote de Leal no embistió dos veces igual. Tampoco lo hizo en la muleta, pues el genio le hacía puntear y soltar violentos puñetazos en el embroque, por mucho que buscara las telas por abajo, ya que entraba mejor que salía. No obstante, el valiente francés se hundió en la arena para hacer orbitar las cornadas a su alrededor, sin dejar que le tocase nunca, más que cuando él, buscando el arrimón, así lo quiso. Hasta que llegó la aparatosa voltereta, de la que se levantó sin mirarse, para cuajar una serie de naturales de mucho pundonor por su concepción, aguante y emotividad. Pero cuando el toro tuvo que empujar, en la suerte suprema, no lo hizo y llegó el pinchazo, con el público a favor de obra, y se esfumó el premio, que quedó el palmas tras el recado presidencial.

Galdós resuelve con capacidad la papeleta del quinto

La prontitud y el recorrido fueron las virtudes del quinto, que puso caros los pares de banderillas, de los que salió con una ovación Roberto Blanco por la exposición y la brillante colocación en sus dos pasadas. Galdós, solvente toda la tarde, se impuso primero por abajo, sin dudar cuando el toro se quiso colar soltando un derrote por los adentros y corrigiendo cuando ese hachazo volaba por fuera. Joaquín, poco a poco, fue limando arperezas con tanta facilidad que aquello parecía un trámite para el tendido, que no echó muchas cuentas a las dificultades del animal y del esfuerzo del torero, al que silenció después de despachar al toro.

Arrimón sin premio de Leal en el cierraplaza

Se durmió en los petos el sexto, como queriendo ocultar el peligroso genio que encerraba y que salió a relucir en la segunda serie de Leal, justo después de un explosivo inicio en los medios, cambiando la embestida por la espalda hasta en dos oportunidades. Leal, al que le silbaban las cornadas por la banda de la taleguilla, volvió a acortar los espacios haciendo alarde de su valor, a pesar de que algunas protestas se hicieron oír desde el tendido y que hacían de menos su válida apuesta. Lo cierto es que el toro redujo siempre su recorrido para buscar el cuerpo del torero con peligro y el francés nunca renunció a su sitio, aunque eso significara sacrificar al temple y a la ortodoxia cartesiana que exigen algunos. La espada cayó trasera y tendida, haciendo sonar hasta dos avisos de su lento efecto, mientras se dividieron las opiniones para el torero.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. 26ª de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Dos tercios de entrada.

Toros de Fuente Ymbro. Embistió con franqueza por el derecho el primero, pero por el izquierdo siempre midió y se venció; temperamental y áspero, pero de humillada embestida cuando le pudieron por abajo el segundo; de más a menos en todo, se guardó el poder que mostró en el caballo en su deslucida y complicada embestida; encastado y áspero el cuarto; deslucido y desclasaso el quinto, que se movió, pero no dio opciones al torero; de corto recorrido y áspero peligro también el sexto.

Juan Leal (rosa y oro): Oreja, ovación tras aviso y división en el que mató por Rafael González.

Joaquín Galdós (blanco y plata): Silencio tras aviso y silencio

Rafael González, que tomaba la alternativa (azul marino y oro): Ovación tras aviso (pasó a la enfermería)

 

INCIDENCIAS: Rafael González tomó la alternativa con «Pardillo», nº 47, cinqueño, negro de 565 kg de la divisa gaditana de Fuente Ymbro, pasando a la enfermería tras sufrir una cornada en el último tramo de la faena. Roberto Blanco se desmonteró tras parear al quinto.

PARTE MÉDICO: Herida por asta de toro en cara anterior 1/3 proximal de muslo izquierdo, con una trayectoria ascendente de 20 cm., que rodea músculo sartorio, desgarra músculo recto anterior, y alcanza espina iliaca anterosuperior izquierda. Contusión de clavícula izda. pendiente de estudio radiológico. Es intervenido bajo anestesia general y trasladado al Hospital Fraternidad Muprespa – Habana.

Pronóstico: Grave. Fdo. Dr. García Leirado.

 

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