San Mateo, la ganadería madre del campo bravo mexicano

La familia Llaguno, a través de los hermanos don Antonio y don Julián, con su amor por el toro fueron la base de la cabaña brava del país

27 de abril de 2020/Adiel Armando Bolio

Sobre la célebre familia Llaguno, el colega y amigo Eduardo Castillo García en su obra “Nuestro Toro”, nos hace saber que tocar la historia misma de la ganadería brava mexicana es hablar de don José Antonio Llaguno y meterse de lleno en las “gotas de sangre” que riegan el campo bravo de nuestra fiesta, sostén y pilar de la tradición y solera taurina nacional que tanto prestigio nos ha dado a nivel mundial.

En la Hacienda de San Mateo, ubicada en el estado de Zacatecas, nace don Antonio Llaguno González el 28 de agosto de 1878, hijo de don José Antonio Llaguno y Haza, comerciante originario de Santa Cruz de los Arcentales, provincia española de Vizcaya y de doña Dolores González y Anza, vecina del Valle de Paraíso. Este matrimonio tuvo 11 hijos de los que sólo sobrevivieron cinco.

Al casarse compró la Hacienda de San Mateo, después la de El Sauz en Saín Alto y luego la de Pozo Hondo en Villa de Cos, todas ellas en el estado de Zacatecas. Para fines de siglo XIX, contando don Antonio con 20 años de edad, tuvo la idea de formar una ganadería de reses bravas, para lo cual ayudado por su hermano don Julián, contando con el permiso de su padre y de los dueños de las Haciendas vecina de El Barranco y Santa Cruz, realiza una estricta selección entre las muchas vacas criollas que habían.

Después de una ardua labor, escogieron solamente 30 de ellas, así como un toro criollo de la región. Los hermanos Llaguno eran profundos conocedores de la genética pues eran excelentes ganaderos antes de dedicarse a la cría de reses bravas. Así, prepara su primera corrida de toros, misma que presentó el25 de diciembre de 1906 en la plaza de toros ‘San Marcos’ de la ciudad de Aguascalientes, con cinco astados para el espada sevillano Ricardo Torres ‘Bombita’ y el cordobés Fermín Muñoz ‘Corchaíto’. El primer toro se llamó ‘Húngaro’, de pelaje retinto y los resultados del festejo animaron mucho al maestro Torres, por lo que motivo a los hermanos Llaguno a importar reses bravas españolas, con el fin de mejorar su vacada.

Para febrero del siguiente año, 1907, ‘Bombita’ les obsequia un toro sobrero de la ganadería portuguesa de Palha de la corrida lidiada el día 17 del mismo mes en la antigua Plaza México para llevarlo a padrear en terreno de San Mateo. En 1908, el mismo ‘Bombita’ sirvió de intermediario entre el Marqués de Saltillo y los hermanos Llaguno para adquirir seis vacas y dos sementales de su ganadería española y tanto en 1910 como en 1911, don Antonio fue a España y se trajo otras 10 vacas del mismo Marqués y dos sementales, siendo éstos para la ganadería de Malpaso, de don Benjamín Gómez Gordoa.

El jueves 12 de diciembre de 1912 se presentó San Mateo en El Toreo de la Condesa con seis novillos para Rosendo Béjar, el puertorriqueño Ernesto Pastor y el sevillano Francisco Bonal ‘Bonarillo hijo’. Al quinto astado, ‘Caramelo’, se le dio la vuelta al ruedo. Luego, el 20 de abril de 1913, como Hermanos Llaguno González, mandaron seis toros a El Toreo de la Condesa para la corrida a beneficio del mutilado espada Merced Gómez, en la que actuaron el madrileño Eduardo Leal ‘Llaverito’ y Eligio Hernández ‘El Serio’. Y San Mateo debutó en el mismo coso EToreo, el 16 de mayo de 1920, con seis toros para Juan Silveti y el trianero José Corzo ‘Corcito’.

En 1921, el andaluz Ignacio Sánchez Mejías en la plaza de toros acalitense ‘San Maros’ lidió a ‘Pardito’, del que dijo era el toro más bravo que había visto en su vida. Después, en 1924, la tarde del 23 de marzo en el ruedo de El Toreo de la Condesa, el célebre espada Rodolfo Gaona le corta el rabo al primer burel de la tarde de nombre ‘Quitasol’. Más tarde, en 1925, el sevillano Manuel Jiménez ‘Chicuelo’ le corta el rabo a ‘Dentista’ en el mismo escenario y en 1926 triunfa en grande, también en el coso de la colonia Condesa, con ‘Peregrino’ y ‘Duende’.

En 1928, el maestro Fermín Espinosa ‘Armillita Chico’ le corta el rabo a ‘Hechicero’. En tanto, el andaluz Joaquín Rodríguez ‘Cagancho’ le ‘tumba’ los rabos, en el mismo escenario en 1931, a ‘Barro Nuevo’ y, en 1932, a ‘Guerrita’, mismo año en el que los hermanos Llaguno decidieron separarse, fundando don Julián la dehesa de Torrecilla que tantas ‘páginas de oro’ ha escrito en la historia de la fiesta brava nacional.

Para 1935, la Hacienda sufre otra terrible devastación por los problemas agrarios quedando en manos de los ejidatarios gran parte de la extensión que poseían. A causa de esto se ven obligados a traspasar la vacada a la Hacienda de Pozo Hondo. Ese mismo año, en una tarde inolvidable, el gran Lorenzo Garza realiza enormes faenas a los toros ‘Trianero’, ‘Gitanillo’ y ‘Saladito’. Al año siguiente, 1936, el 20 de diciembre, el maestro ‘Armillita Chico’ tiene una tarde gloriosa alternando mano a mano con el mismo Garza para cortarle las orejas a ‘Cantarito’, las orejas y el rabo a ‘Garboso’, que mereció la vuelta al ruedo y, las orejas, el rabo y una pata de ‘Pardito’, con vuelta al ruedo a sus restos y recorriendo también el anillo don Antonio con el maestro Fermín.

DATO- En 1932 se separaron los hermanos Llaguno, quedándose don Antonio con San Mateo y don Julián funda la también famosa dehesa de Torrecilla.

Imagen . Don Antonio Llaguno con Lorenzo Garza en El Toreo de la Condea y El maestro Fermín Espinosa “Armillita Chico” con la pata de “Pardito”

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