
23 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Logroño ha celebrado la tercera corrida de toros de su Feria Taurina, la primera en mano a mano del serial después de las bajas de Aguado y Roca Rey. Los diestros Diego Urdiales y Aarón Palacio se midieron a los ejemplares de la ganadería de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados pero con buenas condiciones y opciones para el triunfo de los diestros. Diego Urdiales emocionó y llegó con fuerza al tendido ante el primero, un toro al que mostró por ambos pitones, convenciendo al natural, pasándolo a cámara lenta. Determinación y firmeza ante el tercero, un toro de teclas que exprimió por ambos pitones. El toreo lento lleno de poso y oficio de Urdiales exprimió al tecloso quinto. Aarón Palacio volvió a marcar a base de rotundidad su labor ante el segundo, llevándolo con firmeza y gobierno. Caló con fuerza ante el cuarto, un toro de teclas que mostrós por ambos pitones y llevó, mayoritariamente, al natural. Contundencia volvió a demostrar ante el sexto, en una faena medida y bien llevada.
Un rotundo Diego Urdiales abre la tarde y corta las dos orejas
Lo saludó Urdiales con gusto junto a las tablas, llevándoselo poco a poco hacia los medios mientras se estiraba con el a la verónica. Se lució en un emocionante quite Aarón Palacio. Se alcanzó la faena de muleta y Urdiales brindó desde los medios para después comenzar junto a las tablas, doblándose con el con unos ayudados. Rápidamente, en los medios empezó a llevarlo sobre el pitón derecho, acoplándose a aquella embestida en los primeros mueltazos. Pierna atrás, muleta puesta y ligazón en las tandas, en las que también dosificó y midió dándole tiempo y sitio. Continuó con la mano derecha, envolviéndoselo, aunque también teniendo que reestructurar para evitar que se le metiera. Lo movió y cambió los terrenos para seguir sobre el pitón izquierdo, corriéndole la mano con cierto gusto, alargando el trazo y en ocasiones abriéndolo, pero siempre con los vuelos en la cara para tirar de aquella embestida. Siguió, bajándole la mano, llevándolo muy despacio, casi parando el tiempo al natural. Tras aquella ovacionada tanda cambió al pitón derecho para culminar así su faena, dejando una tanda más al natural y una estocada rotunda que bien le valió las dos orejas.
Aarón Palacio, entrega desmedida y raza ante el segundo
Salió el segundo, un toro parado al que Aarón Palacio metió en su capote, saliéndose con el a los medios. Tras un largo y complejo tercio de banderillas llegó la faena de muleta, en la que previamente brindó Aarón Palacio al diestro Diego Urdiales. Comenzó su faena doblándose con el, tanteándolo por ambos pitones, bajándole el engaño mientras le ganaba terreno. Se fue a los medios y siguió sobre el derecho, uno a uno, echándoselo a la cadera, envolviéndoselo en una tanda de calado e importancia. Tiró de el entre adornos y siguió sobre el derecho, volviendo a los medios para desarrollar una nueva tanda de toque y correr la mano ante un toro obediente, noble y sometido. Al natural tiró del animal aprovechando los vuelos, uno a uno, con un acople de raza e imposición. Llegó con fuerza a los tendidos y culminó con una estocada al segundo intento
Urdiales pincha una gran faena ante el tercero
Saludó en tablas Diego Urdiales al tercero, al que poco a poco se fue llevando a los medios. Comenzó la faena de muleta junto a las tablas genuflexo, probándolo por ambos pitones, sacándolo de aquellos terrenos para levantarse y estirarse con el con cadencia y despaciosidad. Se decidió por el pitón derecho, esperándolo, aguantando muy despacio para pasarlo en corto, envolviéndoselo al compás de los «olé» del respetable. El toro era algo tardío, pero obediente a las demandas del riojano que primero lo citó en las distancias largas para después aprovechar la inercia. Logró ligar de dos en dos, tratando de depurar aquellas salidas a media altura. Cambió al natural, con despaciosidad, abriéndolo y dándole salida, esperándolo siempre en el sitio para continuar la tanda. No era un toro fácil con el que culminó con unos pases al natural, quedándose cada vez más corto. Lo exprimió ante un público todavía entregado.
Aarón Palacio, determinación y firmeza ante el cuarto
Aarón Palacio saludó al cuarto con dos largas cambiadas de rodillas junto a las tablas. Inició su faena de muleta desde los medios, con algunos cambiados por espalda que emocionaron a un público que captó rápidamente en su labor. Continuó sobre el derecho de un animal pronto y obediente que respondía a la larga distancia. Sin embargo, cada vez le iba costando más y Aarón tuvo que buscarlo a pitón contrario para meterlo y después llevarlo cosido en unas tandas ligadas. Cambió al natural, siendo algo más bronco en aquellas embestidas. En el tercio se la puso y le corrió la mano aunque con teclas y sin ser del todo fácil. Poco a poco se iban complicando más aquellas embestidas, a pesar de la largura y salida que le diera el diestro al natural. Después de varias medias arrancadas decidió cambiar al pitón derecho, pasándolo de uno en uno. Metió un estoconazo al segundo intento.
Diego Urdiales corta una oreja al quinto
Lanceó y llevó Urdiales con una brega al quinto. Brindó desde los medios y comenzó su faena con un trasteo por ambos pitones en el que le fue andando y llevando hasta sacarlo a los medios. En aquellos terrenos siguió pasándolo sobre el pitón derecho, teniendo que medir muy bien la altura e intensidad del muletazo. El toro arremetía con codicia. Le dio tiempo y sitio el diestro para dosificarlo y volver a llevarlo con la mano derecha, aprovechando la inercia para ligarlo y darle continuidad a la serie. Mantuvo aquella estructura de faena, cambiando incluso al natural, acortando cada vez más las distancias con un toro que cada vez le costaba más atender a las demandas del diestro. Le bajó la mano y ya en corto y sin muchos tiempos entre naturales logró llevarlo metido, pasándolo muy despacio. Recuperó el pitón derecho, sin aquella emoción inicial, pero con la entrega y determinación del poso y oficio ante las complicaciones. Culminó a cámara lenta y todo un estoconazo.
Aarón Palacio corta las dos orejas al sexto
Saludó Aarón Palacio con dos faroles al sexto para después estirarse a la verónica con el. Brindó desde los medios y comenzó su faena de rodillas en aquellos terrenos, envolviéndoselo, toreándolo al compás de los olé para después doblarse con el y llevarlo por abajo. Siguió con seguridad y firmeza para después llevarlo sobre el derecho, dejándosela puesta y tocándolo con firmeza, siendo algo más corto por el izquierdo. Tocó y siguió llevando sobre el derecho con un toque firme y fijador, bajándole la mano y corriéndosela para envolvérselo. Cambió al natural, costándole algo, siendo más comedido en su recorrido el de Núñez del Cuvillo, pero atendiendo con prontitud a las demandas del diestro. No tardó en recuperar el pitón derecho, montando la muleta para llevarlo ya de uno en uno, quedándose más corto y parado. Lo buscó también con unos invertidos en redondo, unos cambiados por la espalda, unos molinetes, unos pases a pies juntos por ayudados, unas manoletinas y una estocada que levantaron los tendidos.
Ficha de festejo:
Logroño. Toros de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados pero con buenas condiciones y opciones para el triunfo de los diestros. Diego Urdiales, dos orejas, palmas tras aviso y oreja tras aviso; Aarón Palacio, ovación, oreja tras aviso y dos orejas.