
28 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Emilio Méndez
Sevilla ha celebrado la tercera corrida de toros de su Feria de San Miguel, en la que los diestros Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Javier Zulueta, que tomaba la alternativa, se midierokba los ejemplares de la ganadería de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados, siendo escasos en la tela, impidiendo el lucimiento de la terna en una tarde de máxima expectación. El primero fue el más destacado, presentando mayos movilidad y durabilidad. Morante se encontró con el segundo, un toro al que pasaportó. Cautivó a base de naturales, parando el tiempo, bajándole la mano, llevándole con gusto y desbordando torería ante el cuarto. Roca Rey desarrolló una meritoria labor ante el complejo tercero, robándole las embestidas a base de entrega y mucha raza, ya que no pasaba y cuando lo hacía era con brusquedad. Lo intentó con el quinto, un toro sin opciones, soso y sin contenido. Javier Zulueta desarrolló una faena repleta de matices por ambos pitones, sin embargo, deslució el mal uso del acero, empañando así su labor ante el primero, el toro de su alternativa. No tuvo demasiadas opciones con el sexto, con el que lo intentó con firmeza.
Javier Zulueta empaña con el acero una buena labor de matices
Saludó Javier Zulueta al toro de su alternativa, al que llevó por chicuelinas al paso lúcidas y variadas. Se alcanzó la faena de muleta, pero previamente se desarrolló la ceremonia de alternativa, recibiéndola de manos Morante de la Puebla y Roca Rey como padrino y testigo, respectivamente. Además, brindó al alguacilillo de la plaza, su padre. Comenzó su labor doblándose con el animal, ganándole sitio, llevándolo más allá del tercio. Continuó sobre el derecho, tocándolo con firmeza para curvar el trazo y envolvérselo bajándole la mano con cierto gusto. Tuvo que insistirle, ya que le costaba pasar, le costaba encontrar el acople con su oponente, punteándole la tela. Cambió al pitón izquierdo, logrando una tanda ligada que hizo que el público se emocionara y empezara a sonar la música. Lo llevó en largo, en un tira y afloja con el que no tardó en volver a pitón derecho, ahora sí, llegando. Desarrolló una faena llena de matices que culminó con unos ayudados y unos remates por abajo para después fallar con el acero.
Morante abrevia con el segundo y lo pasaporta
Morante no terminó de verse con el segundo de la tarde, un toro reservón e incierto. Empezó la faena junto a las tablas con un toro que salió suelto, soblándose con el para llevarlo despacio sin terminar de definirse. Decidió abreviar y pasaportarlo con habilidad.
Roca Rey, meritoria labor ante el complejo tercero
Roca Rey saludó al tercero, tratando de estirarse con un animal al que finalmente fue devuelto a corrales. En su lugar salió «Juguetón» también de la ganadería de Núñez del Cuvillo, con el que intentó estirarse Roca Rey dejando alguna que otra pincelada, sin terminar de lucirse. Tras un buen tercio de varas, le siguió un lucido y ovacionado quite de Javier Zulueta. Chacón y Algaba saludaron una ovación tras una buena actuación en banderillas y comenzó la faena de muleta el peruano. Lo hizo a pies juntos, cambiando rápido los terrenos. Lo llevó sobre el derecho, tratando de buscarle mientras encontraba embestidas bruscas y salidas desmedidas. Siguió insistiendo, pasándolo en una tanda en la que le exigió por abajo. Le dio tiempo y sitio, tratando de acoplarse con un animal complejo, de muchas teclas, que llevó despacio y con suavidad, aunque con firmeza y determinación. Cambió al natural, aprovechando la amplitud de los vuelos para abrir el trazo, teniendo que llevarlo de uno a uno sin que la faena tomara vuelo. El viento molestaba, pero Roca Rey se mantuvo muy firme, apurando las distancias. Retomó las series por el derecho, tocando y pasándolo, dejándosela puesta, esperando la embestida. Le dio las ventas, pisó terrenos comprometidos, se lo pasó muy cerca, robándole las embestidas a base de mucho mérito. Deslució con el acero.
Exquisita faena al natural de Morante ante un escaso cuarto
Salió el cuarto y Morante emocionó y levantó a la Maestranza con un saludo capotero de rodillas para después estirarse con gusto y despaciosidad, cautivando a los tendidos. Se alcanzó la faena de muleta y Morante lo pasó por ayudados por alto para después pasarlo en algunos trincherazos que rompieron la plaza en «olés». Se lo llevó al tercio y allí continuó sobre el pitón izquierdo desarrollando un natural a cámara lenta que paró todos y cada uno de los relojes de la plaza. La banda empezó a sonar y Morante siguió sobre el pitón izquierdo, envolviéndoselo, dosificando, con tiempo, pero con ritmo. El toro era parado y le faltaba chispa, incluso llevaba consigo un peligro sordo, pero el sevillano supo cautivar desde su salida. Morante continuó al natural y decidió abreviar ante aquel ejemplar que se metía por dentro y delucía la obra que estaba construyendo. Fue a por el acero y lo hundió con aseo pero sin acierto.
Roca Rey abrevia ante un quinto sin opciones
Salió quinto, al que saludó Andrés Roca Rey sin poder lucirse, ya que salió suelto y buscando las tablas. Después de cumplir en el caballo, Zulueta sorprendió con un lucido y ovacionado quite. Roca Rey inició su faena de muleta de rodillas, lo intentó junto a las tablas, pero tuvo que hacerlo más allá del tercio, jugándosela. Se fue a los medios y allí siguió de rodillas, quedándose entre pitones. Después de aquel arriesgado inició continuó en los medios pasándolo sobre el izquierdo, buscando un acople que no llegaba ante aquel soso quinto. Lo obligó a pasar sin que su labor logrará ir a más, iba y venía sin clase. Lo mató con acierto.
Zulueta, sin opciones lo intenta y abrevia con el sexto
Javier Zulueta no pudo lucirse en su saludo al sexto. Se alcanzó la faena de muleta, brindó y la inició doblándose con el, ganándole terreno y llevándoselo más allá del tercio. Continuó sobre el derecho, uno a uno, con gusto y acople, toreando muy despacio, dejándosela puesta, logrando una tanda pulcra y armónica. Siguió muy despacio sobre el derecho, aguantando los parones de un toro sin chispa. Cambió al pitón izquierdo, en un toreo al natural lento, pero sin ritmo, teniendo que tocarlo con firmeza para que atendiera y se metiera en el trazo. Se cruzaba y le insistía, pero se quedaba, no pasaba. No había contenido en aquellas embestidas por mucho que lo intentara. Mató con aseo.
Ficha del festejo:
Sevilla. Toros de Núñez del Cuvillo. Los animales fueron variados, siendo escasos en la tela, impidiendo el lucimiento de la terna en una tarde de máxima expectación. El primero fue el más destacado, presentando mayos movilidad y durabilidad. Morante de la Puebla, silencio y ovación; Andrés Roca Rey, silencio tras aviso y silencio; Javier Zulueta, ovación y silencio.