El Juli cierra la feria de Manizales a hombros

11 de enero de 2020/Texto y foto: Diego Alais

El Juli, de nuevo con seis toros. La Monumental de Manizales era la elegida para ver de nuevo jugarse los muslos a quien ha entregado su vida por completo a este rito. Lo hacía El Juli frente a un encierro de Ernesto Gutiérrez en lo que conformaba la encerrona número 16 en su carrera como matador de toros, sin contar su trayectoria novilleril.

Primer toro «Triguero» de 488 kilos, negro cornivuelto, al que EL JULI saludó con variedad en el capote. Tendencia a tablas desde el picotazo en varas, en la muleta se rajó y el matador sólo ejecutó pases de tránsito, sin emoción ni espectáculo qué apreciar por la escasa colaboración del animal, y remató al manso con una estocada traserita efectiva, algunos pitos al toro y silencio al matador.

Segundo toro, de nombre «Villancico» de 522 kilos, un negro cornigacho de mejor comportamiento que el anterior, permitió el lucimiento del torero con el capote, por verónicas y chicuelinas ajustadas. Recibió buena vara y en banderillasfue ovacionado «Garrido». Ya en la muleta inició con doblones y luego tandas variadas con estética y poca profundidad que remató con dos pinchazos y estocada certera. Palmas al toro y silencio al matador.

Tercer toro, «Diplomático», de 444 kilos, justo de trapío, sufrió una aparatosa voltereta y por ello fue ligeramente picado, destacando los quites por «lopecinas» que mostraron la debilidad del ejemplar para que así lo cuidara el torero. En los distintos pases hubo demasiada soseria, entre otras cosas por las condiciones del astado, y mató de pinchazo y estocada imperfecta pero efectiva. Pitos al toro y silencio al matador.

Cuarto toro, «Guacamote», 278 de 500 kilos, un negro de escasa presencia que inicialmente tuvo malos comienzos, pero en la muleta, después de un puyazo protestado, se vino a más y mostró calidades por su fijeza y motor para embestir. Permitió una limpia, técnica y ligada faena que hizo sonar el pasodoble Feria de Manizales e incluso hubo leve petición de indulto que acalló con pinchazo y estocada trasera y un descabello, cortando una oreja y viendo cómo se premiaba con vuelta al ruedo al toro.

Quinto toro, «Flautista»  de 442 kilos, muy justo para la categoría de la plaza. Fue escaso el saludo para preservar el fondo y lo fue también el tercio de varas, con un desordenado tercio de banderillas, pero comenzó la faena de muleta con cambiados por la espalda y tandas hacia las afueras. Un ejemplar que se paró y el matador, lo obligó a pasar a regañadientes ya pegado a tablas. Una faena de altibajos que remató con una estocada entera pero imperfecta, y donde la presidencia le concedió dos orejas y palmas al toro.

Muy poca historia tuvo la lidia del sexto, otro animal escaso y a menos con el que sólo destacó la decisión de Julián de firmar personalmente el tercio de banderillas, recordando sus años mozos. Parado y a regañadientes el mansurrón toro, poco tuvo que rascar Julián antes de salir en hombros.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Manizales, Colombia. Séptima de abono de la Feria del Café. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Ernesto Gutiérrez, justos de presencia.

El Juli, en solitario: silencio, silencio, silencio, oreja, dos orejas y ovación de despedida.

Incidencias: se despidió «El Piña» cómo subalterno y el traje del Juli fue variopinto y especial para la ocasión.

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