El Fandi fue ovacionado en el cuarto, una oreja de su primero paseó Miguel Ángel Perera y tres un Daniel Luque que se sobrepuso a una espeluznante cogida en el tercero -al que paseó un premio- y que cuajó al sexto dentro de una completa corrida de El Parralejo, que debutaba con toros en La Maestranza.
28 de abril de 2022/Pablo López Rioboo
Seis toros de El Parralejo se lidiaban esta tarde en el cuarto festejo de abono en Sevilla. El cartel lo componían El Fandi, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque.
Le jugó bien los brazos de salida El Fandi a un primero de la tarde con nobleza pero que fue apagándose poco a poco en la muleta. Sacó a relucir todo su repertorio capotero el granadino, primero galleando por chicuelinas para llevar al toro al caballo y luego dejando un quite por el mismo palo antes del segundo puyazo. Empujó con clase en el jaco en dos varas medidas antes de un tercio de banderillas en el que el animal galopó con temple, dejando al El Fandi realizar un tercio de banderillas marca de la casa. Ese temple y esa prontitud la mantuvo en una faena de muleta en la que Dvid dibujó templados muletazos a media altura ante un toro con codicia en sus primeras arrancadas. Faena pulcra y correcta por ese pitón. Por el izquierdo el toro tendía a venir vencido, obligando al torero a escupir su embestida hacia fuera. Poco a poco su labor se fue diluyendo en un trasteo a menos. Volvió a la derecha con el toro ya muy fatigado. Por ahí sufrió un susto al soltar la cara el animal y golpear el mentón del torero. Afortunadamente sin consecuencias. Tras una estocada corta y un certero descabello fue silenciado.
Perera le corta una oreja al ‘Dulzón’ segundo de El Parralejo ovacionado en el arrastre
De gran profundidad y ritmo fue el fino segundo de El Parralejo, un toro suelto de carnes que fue ganando celo conforme avanzaba la lidia. ‘Dulzón’ – que así se llamaba- tuvo un pitón derecho para romperse toreándolo al ralentí. Sin embargo por el izquierdo embestía con la cara a media altura y sin emplearse. Quitó Perera por Tafalleras, replicando posteriormente Luque por Gaoneras. El de Gerena se lo dejó llegar a la faja en cinco lances en una baldosa. ¡Qué quietud! ¡qué temple! Ya en banderillas el toro siguió afianzando su buena condición en un tercio en el que saludó montera en mano Juan José Trujillo. Inició el trasteo pegado a las tablas del 4 con muletazos por alto para finalizar la serie con un por bajo que gustó por su temple y cadencia. Por el derecho derrochó humillación, ritmo y profundidad ante la muleta de un Perera que lo pulseó a la perfección. Exigía que todo se lo hicieran por abajo, ralentizandose cuando lo llevaba enganchado. Un animal que hubiera lucido más en la media distancia, pero Perera lo vio más claro en la corta. Por el izquierdo fue otro toro, embistiendo a media altura y sin emplearse. La faena crujió de verdad cuando se la dejó muerta y acarició su embestida, ahí el toro se durmió y embistió con un ritmo sostenido. Tras dejar una buena estocada sonó un aviso, lo que no fue óbice para la concesión de la oreja. Ovacionado se fue el toro en el arastre.
Luque se sobrepone a una espeluznante cogida y le corta la oreja a un complicado tercero
La faena de Luque al complicado tercero fue un portento de capacidad, entrega y valor. Un toro que se lo guardó todo dentro y cuando embistió lo hizo siempre a regañadientes. Ya se frenó de salida en el capote de un Luque que todo se lo quiso hacer con mimo. Empujó de mentira en el caballo llegando al tercio de banderillas sin entregarse en los chismes. El de Gerena sabía que iba a tener que tragar ante un toro que le iba a poner a prueba. Tuvo una movilidad engañosa, pero Luque a base de disposición e inteligencia le fue robando los muletazos a base de ganarle un paso y aprovechar la inercia en su embestida. Otra de las virtudes fue taparle siempre la cara y no hacerle que pensara. Al tomar la zurda sobrevoló la tragedia, el de El Parralejo no hizo caso al toque y se lo echó a los lomos. Fueron segundos interminables con el torero colgado del pitón. Afortunadamente todo quedó en un susto. Volvió a la derecha para dejar otra tanda de gran verdad, pero no quiso irse sin probar al pájaro de El Parralejo otra vez con la zurda. La tanda no fue limpia, pero eso ya era lo de menos, le había conseguido robar una serie a un toro que por ese pitón no hacía caso ni a los toques. Tras volcarse en la suerte suprema cortó la oreja de más peso de lo que llevábamos de feria. Pasó a la enfermería tras dar la vuelta al ruedo.
El Fandi saluda una ovación con el enclasado cuarto de El Parralejo
El que hizo cuarto fue otro toro de clase de El Parralejo, un animal que ya de salida se abrió en el capote del granadino, Fandi consciente de las virtudes del animal dejó un vistoso y variado quite antes de irse a por las banderillas. Ya en la muleta vimos una faena correcta y limpia de un Fandi el cual no consiguió cogerle la velocidad a un animal que cuando lo acariciabas se reducía. Es verdad que le faltó chispa y transmisión, pero a este tipo de toros el torero tiene que ponerle eso que precisamente le falta al animal. ‘Puntonero’ aguantó una faena larga y templada por momentos pero a la que le faltó alma. Tras matar de una estocada arriba saludó desde el tercio.
Ovación tras aviso para Perera con el basto y deslucido quinto bis
Tras devolverse el quinto salió en su lugar un basto y corto de cuello castaño del mismo hierro. Un toro que por anatomía y condición nunca humilló. Lo más destacado vino en dos pares muy meritorios de Javier Ambel, el torero extremeño le aguantó una enormidad a un toro que nunca galopó. Saludó montera en mano. Ya en la muleta vimos a un Perera muy firme, siempre toreando a favor del toro e intentando pulir sus defectos. El animal tenía nobleza pero no la raza suficiente para empujar los chismes por abajo. Tuvo movilidad pero sus embestidas eran cambiantes y desordenadas. Aguantó miradas y parones en un trasteo que no acabó de romper. Tras pasaportar al astado saludó una ovación tras sonar un aviso.
Daniel Luque desoreja al sexto y abre la Puerta del Príncipe
Luque salió con la hierba en la boca para matar al sexto, un toro de El Parralejo que no fue fácil por su exigente y encastada embestida. Se le midió en el caballo en dos varas en las que empujó con clase al peto. Un toro al que había que llegarle, pedía que lo torearan en corto. Pese a que amagó dos veces con rajarse embistió con trasmisión a la poderosa muleta de un Luque que descerrajó la Puerta del Príncipe. Las primeras series fueron cortas, de un toreo más en linea para no quebrantar al animal. La plaza crujió con un derechazo y un posterior pase de pecho que hicieron crujir los cimientos de la Maestranza. Un toro al que había que llevar siempre enganchado y hacérselo todo muy por abajo. Faena de temple y firmeza de un Luque que aprovechó su momento. El toro por lo encastado de su comportamiento no dejaba que te relajases, eso sí, era agradecido cuando las cosas se las hacías bien. Acertó en terrenos y alturas, vio clara la condición de un animal que tenía dentro de si las embestidas que necesitaba Daniel para abrir la tan ansiada Puerta del Príncipe. Su final de faena por ‘Luquesinas’ acabaron por convencer a los pocos escépticos que quedaban en la plaza. Se volcó sin trampa ni cartón en una estocada que puso en sus manos las dos orejas de un toro que se fue ovacionado camino del desolladero.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de abono. Corrida de toros. Menos de media entrada.
Toros de El Parralejo y un sobrero quinto bis con el mismo hierro. Desiguales de presentación y de interesante juego en lineas generales. Con nobleza y prontitud a derechas el manejable primero; de gran profundidad, ritmo y humillación a derechas el importante segundo; de nula condición el complicado y deslucido tercero; con nobleza y entrega el enclasado y templado cuarto; con nobleza pero sin raza para empujar por abajo el basto quinto bis; de encastada embestida el exigente y humillador sexto.
El Fandi: Silencio y ovación.
Miguel Ángel Perera: Oreja tras aviso y ovación tras aviso.
Daniel Luque: Oreja y dos orejas.