El toledano se hace con la segunda Puerta del Príncipe del abono en una tarde de arrestos de El Juli, que pasea una oreja que pudieron ser dos de no ser por la espada, y de entrega de Roca Rey; los tres se sobrepusieron a las circunstancias climatológicas de una lluvia que arreció durante todo el festejo. El encierro de Victoriano del Río, serio en su conjunto, no hizo perder el interés y pudo tener otro juego de no ser por el estado del ruedo.
2 de mayo de 2022/Pablo López Rioboo
Comenzaba la semana de feria propiamente dicha en Sevilla, con la llegada del primer encierro de Victoriano del Río al coso sevillano y con el debut como matador de toros de un Tomás Rufo que se está colocando en los primeros puestos del escalafón con a penas media docena de corridas de toros toreadas. Algunas más llevan a sus compañeros de cartel, El Juli y Roca Rey, que desembarcaban en Sevilla con el encierro más solicitado.
Una corrida marcada por el viento, la inesante lluvia y un ruedo que se fue poniendo muy peligroso e impracticable conforme avanzaba el festejo. Una tarde en la que los tres toreros dieron la cara. Hoy nada fue impedimento para que la afición se entregara. Una corrida de gran interés en la muleta pese a su condición de mansita. Esa mansedumbre que no pareció ser tal en la muleta. Sin duda de haberse dado en otras condiciones atmosféricas la rotundidad de la tarde hubiera sido aún mayor.
Esa rotundidad que plasmó en el ruedo un Julián que es pura ambición. Su faena al cuarto fue excelsa. Una obra al alcance de una figura máxima del toreo como es el de Velilla. Roca Rey volvió a ser aquel de 2019; seguro, firme y con una capacidad que hizo darle una vuelta de tuerca de más a su toreo. Si a El Juli la espada le privo de cortar una segunda oreja a Roca le dejó con la miel en los labios. Con la miel en los labios nose quedó un Tomás Rufo que descerrajó la Puerta del Principe tras una tarde de figura del toreo pese a llevar cinco minutos en esto. Rufo quiere la corona del toreo, hoy puso las bases para que así sea. Hay un Príncipe al asalto
Silenciado El Juli con el noble y soso primero de Victoriano
Bajo un gran aguacero se dio suelta al primero dw la tarde, un toro de Victoriano del Río con nobleza pero al que faltó raza y transmisión. Lo llevó Julián a media altura un recibo desigual a la verónica. Le abrió los caminos un inicio por bajo en el que no castigó al animal. Pulseó y llevó a media alturita a un astado que no tuvo mala condición pero el cual nunca se sintió cómodo ante un piso algo resbaladizo. Toreó en ocasiones con la muleta retrasada para ayudar al de Victoriano, un toro que dio sus mejores embestidas cuando se le dejaba pensar. Por el izquierdo se empleó siempre menos. Se atascó el madrileño en la suerte suprema y luego con el descabello. Finalmente fue silenciado.
Roca Rey pierde la oreja con el descabello del manso pero emotivo segundo
No paró de caer agua ni de molestar el aire en el segundo toro, un toro de mansita condición pero que cuando iba en las telas tenía nobleza y cierta profundidad. Un toro alto, manilargo y zancudo que por el derecho colocó la cara y redujo su embestida. Astado al que se le midió el castigo pese a que acudió con prontitud y galope al jaco. Un tercio de varas en el que se fue ovacionado Juan Manuel Quinta. El de Victoriano marcó tras salir del caballo que su intención era acabar en chiqeros. No le exigió en Roca en la primera serie por alto, siempre toreándolo en linea recta y pulseando la embestida. Un animal de irregular embestida que tuvo una mejor embestida cuando se le llevaba enganchado. Poco a poco le fue exigiendo hasta dejar dos tandas poderosas a derechas, cruijó la plaza. Por el izquierdo su condición era la de embestir a media alturita y sin emplearse. Roca estuvo valentísimo ante un toro algo incierto pese a tener buena condición en las telas. Su final de faena por Bernardinas tuvo gran ajuste. Tras dejar una estocada tuvo que hacer uso del descabello, cambiando una posible oreja por una cariñosa ovación tras sonar un aviso.
El temple y la inteligencia de Tomás Rufo le cortan una oreja al enclasado pero mansito tercero
Salió en tercer lugar un toro de Victoriano más bajo y armónico que sus dos hermanos anteriores. Un ejemplar que cantó su mansita condición ya desde el capote. Con el piso en muy mal estado ni toro ni actuantes se sintieron cómodos. Planteó la faena sabiendo la condición del toro, todo se lo hizo perfecto, tanto en terrenos y alturas como en colocación. La faena tuvo la virtud del temple, todo se lo hizo perfecto aprovechando las querencias del astado. Le corrió la mano con suavidad por el lado derecho, por ahí el toro respondió mejor, llegando a gatear en algunos muletazos. Por el izquierdo el toro tuvo mejor inicio que final de muletazo, pero decía menos. Se perfiló perfecto para entrar a matar, su estocada dio con el toro en el suelo en a penas segundos, la oreja concedida fue un justo premio.
La espada deja en un único premio una obra magistral de El Juli en Sevilla
Y El Juli demostró por que es máxima figura del toreo. Ante el cuarto, el toro de más clase de lo que llevábamos de encierro dio una clase magistral de como hacer el toreo. Un toro que como sus hermanos anteriores hizo cosas de mansito. Le jugó bien los brazos en el recibo capotero, dejando dos medias de mano baja. Esa mano baja que también usó para dejar un templado quite por chicuelinas ante un toro que se enceló y derribó a un Alventus que salió ovacionado. Siempre bien colocado Julian evitó con un quite que el monosabio sufriera un serio percance. Se fue a los terrenos del 6, ahí el piso no estaba tan embarrado, para realizar una faena ds esas que el buen aficionado guardará en su memoria. Todo lo hizo con suma despaciosidad, toreó para el, se abandonó en muletazos al ralentí donde le puso el alma a un toro que todo lo hizo con temple. Humilló el de Victoriano, gateó tras la muleta de un Julián que lo entendió a la perfección. Por el izquierdo el toro se deslizó con una clase bárbara, dibujando Julián naturales al ralentí. Le bajo una enormidad la mano y el toro respondió. Ya no es que las bambas fueran por el suelo, sino que el palillo llegó incluso a tocar el albero. ¡Qué portento de torero! Una faena llena de una gran verdad, el madrileño demostró su ambición en una faena que debe ponerse en las escuelas. Todo iba camino de las dos orejas, pero una estocada trasera y tendida lo dejó en una. Ovacionado se fue ‘Forajido’ un toro de alta nota.
Roca Rey ovacionado tras una faena de poder y mando
No sucedió nada reseñable durante los primeros tercios del sexto de la tarde, un toro que pese a tener nobleza no acabó de entregarse. Se colocó en terrenos del 6, para ahí dejar embestidas templadas a derechas. Se acopló el peruano a las embestidas del animal. Vimos muy firme a un Roca Rey que puso todo de su parte para intentar meter en el canasto al de Victoriano. Un toro que embistió en muchas ocasiones en línea recta por el derecho, pero eso no fue óbice para que Andrés se la pusiera plana y tirara del aninal. A zurdas tuvo una condición más deslucida, la cual fue tapada por su matador. Pese a ser mironcito obedecía al toque, siendo agradecido cuando se le hacían las cosas bien. Un animal con defectos pero que sacó fondo de ganadería brava. En las postrimería dejó una serie a derechas rotunda, la cual unida a un final por ‘Luquesinas’ hacía prever que la oreja estaba en su mano, pero un pinchazo previo y un aviso lo dejaron todo en ovación. Un final de trasteo no apto para cardíacos en el que se dejó llegar animal a la faja, ¡qué valor!
Tomás Rufo pasea las orejas del rajadito pero interesante sexto y sale por la del Príncipe
Paró el tiempo de capa Tomás Rufo con el sexto, un toro de Victoriano bajo y con mucho cuello. Se durmió en lances a la verónica de gran suavidad, toreando con las palmas de las manos y dibujando cada capotazo. El toro se dormía y ralentizaba su embestida. Lo mismo hizo en el posterior quite por chicuelinas, la media fue de revolución. Saludaría porteriormente Sergio Blazco en banderillas. Su inicio de faena empezaba a marcar un nivel alto a un toro al que había que ganarle un paso y no perdérselo. El toro pese a su humilladora y enclasada condición se abría en demasía en un claro gesto de querer rajarse. La tanda a zurdas fue importante. A derechas volvió a templar la embestida de un toro al que si desenmuñecabas salía abirrido y camino de tablas. Vimos a un Rufo con la cabeza despejada, buscando siempre torear despacio. Canalizó las humilladoras embestidas del de Victoriano en su muleta en un trasteo que reafirmaba el momento por que pasa. Toro imoirtante; cuando iba enganchado era otro. Pese a tener esa condición de mansito sus embestidas fueron humiladoras y francas. Sevilla disfrutó – pese a la lluvia- de una gran tarde de toros culminada con una faena llena de matices. Se volvió a colcar perfecto, haciendo la suerte perfecta, pero el toro lo prendió y lo lanzó contra las tablas, fueron segundos interminables. Afortunadamente se levantó por su propio pie. Volvió a colocarse sin mirarse, la estocada entró certera y paseó las dos orejas que le abrían la Puerta del Príncipe.
FICHA DEL FESTEJO
Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Corrida del Lunes de Farolillos. Lleno de No Hay Billetes.
Toros de Victoriano del Río. Con nobleza y templecito a media altura el justo de raza primero; con emoción y humillación el bravucón segundo; de noble, humilladora y enclasada condición el mansito tercero; con prontitid, rirmo y profundidad el bravo y humillador cuarto de Victoriano; con aristas y cierto carácter el quinto de la tarde; con humillación y clase el mansito sexto.
El Juli: silencio y oreja.
Roca Rey: ovación tras aviso y ovación.
Tomás Rufo: oreja y dos orejas.