La de Pamplona es una plaza que hace años le echó un capote a esos espadas humildes que tienen este coso como su salvavidas anual que, además, no se queda sólo en los sueldos mínimos establecidos en el BOE.
21 de junio de 2024/Pablo López Rioboo
Siempre que hablamos de las remuneraciones que perciben los toreros hay que irse a lo que marca la legislación, unos mínimos que están estipulados en el BOE en su la Resolución del 25 de febrero de 2023, de la Dirección General de Trabajo. Gracias a esta información el aficionado puede conocer los citados mínimos, hablando en un tono coloquial, al que tiene por derecho un torero por ley. Claro está que aquí no se incluyen los derechos de televisión, algo que hace aumentar sensiblemente el dinero a percibir.
Como ocurre en todas las profesiones existe un suelo del que no pueden bajar esos ingresos, y se hace precisamente para evitar que los empresarios paguen menos de lo estipulado a los intervinientes en un festejo taurino. Otro caso es el de toreros en una situación menos apretada, es decir, aquellos que negocian con los empresarios sus emolumentos y no se conforman con aquello que dicta el BOE. Aquí la horquilla es amplia según el torero en cuestión, no siendo sus honorarios expuestos a la opinión pública.
En el caso de las plazas de primera categoría los espadas del Grupo A percibirá un mínimo de 22.313 €, los del grupo B una base mínima de 17.004 €, mientras que los del Grupo C reciben 15.304 € brutos. Hablamos de distintos grupos según el número de festejos toreados el año anterior, un número que no solo afecta a sus emolumentos, sino que según en el grupo que se encuentre se le obligará a tener en nómina a una serie de banderilleros y picadores.
Pamplona no se queda sólo en los ‘mínimos’, sino que va a más
De entre todas las plazas de primera categoría, Pamplona no respeta lo marcado por convenio, es decir, que decide no dejarse guiar por los mínimos, colocando ellos esta cifra en unos 36.000 €, sin duda, unos emolumentos superiores a los marcados en la Resolución publicada en el BOE allá por febrero del pasado año. Existen varios factores que tienen que ver con la subida de emolumento: gran número de abonados, importantes ingresos por televisión, venta de entradas sueltas para festejos vespertinos y matutinos… todo ayuda a premiar como se debe a toreros que se juegan la vida con corridas de enorme trapío. Lógicamente, las figuras del toreo mantienen su caché de plaza de primera y sus emolumentos son muy superiores.
Además de que el 80% de la plaza es abonada (el aforo es de unas 20.000 personas), según información publicada por el Diario de Navarra, cada día se ponen a la venta un mínimo de 1.950 entradas (cantidad correspondiente a la reserva legal), llegando a agotarse prácticamente todas en los festejos a celebrar entre los días 7 y 14, teniendo menor afluencia de espectadores la novillada del día 5 y la corrida de rejones del 6 de julio. Una postura que hace años que tomó una MECA que es consciente de la situación actual del toreo, ese paso adelante que muchos toreros agradecen, ya que Pamplona supone esa válvula de oxígeno en su temporada.