Tarde de pinceladas en la que destacan la determinación de Miguel Ángel Perera y la entrega Ginés Marín en Madrid (Video)

11 de mayo de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Plaza 1

Las Ventas ha celebrado una corrida de toros, la tercera del serial de San Isidro, en la que los diestros Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Ginés Marín, que se midieron a los ejemplares de la ganadería de Fuente Ymbro y El Chamaco (1°Bis y 5°Bis). Los animales fueron variados en comportamiento, dando opciones aunque con teclas, teniendo que saber llevarlos y dosificar para que aguantaran en la tela. Destacaron el segundo, un animal con clase y fondo, y el cuarto, que fue merecidamente aplaudido en el arrastre, tras demostrar su buena condición en la tela. Perera desarrolló una faena meritoria, en la que le robó las embestidas por ambos pitones, mayoritariamente por el derecho, a un ejemplar escaso, manso y desentendido. Alcanzó la rotundidad en su faena con el cuarto, un gran toro, con celo y codicia, pero que deslució con el acero. Ureña no redondeó su faena con el segundo, un toro con calidad y fondo al que no terminó de acoplarse en una faena de muchos cuidados. Lo intentó con el segundo sobrero, un quinto bis imposible al que le robó algún que otro muletazo. Ginés Marín dejó pinceladas de calidad con un toro que se fue viniendo a menos ybque enfrió la faena. Lo intentó con el sexto, a pesar de saber que no tenía opciones y se la jugó.

Faena meritoria de Perera ante el primer sobrero

Perera saludó al abreplaza, un toro que tras pasar por el capote perdió las manos y se descoordinó. Tuvo que ser devuelto a corrales y en su lugar salió el primer sobrero, un ejemplar de El Chamaco. Costó que se adentrara en el saludo capotero del extremeño, saliendo huidizo. Se alcanzó la faena de muleta y la inició por abajo, ganándole terreno. Siguió sobre el derecho, sin terminar de sujetarlo en la tela. Al tercer muletazo salía suelto. Tuvo que ir a los terrenos que el animal demandaba, acortar las distancias y dejársela muy puesta. Siguió por el derecho, tocando con firmeza, tapándolo mucho, logrando una tanda reconocida por el respetable. Le adelantaba la mano, tocándolo en el hocico, poniendo todo Perera para compensar la falta de entrega de aquel adversario manso y desentendido. Incluso quiso mostrarlo al natural, marcando con la ayuda el trazo para pasarlo en una faena más que meritoria. Mató sin acierto, teniendo que descabellar.

Ureña no redondea su faena con el segundo de la tarde

Paco Ureña bregó con el segundo de la tarde y primero de su lote. Ginés Marín desarrolló un lucido quite, al que replicó echándose el capote a la espalda Paco Ureña. Inició la faena en los medios, a pies juntos, siendo un comienzo pausado en el que esperó a que el animal volviera a arrancarse. Después de aquella larga espera, reanudó el inicio de faena y siguió pasándolo por ayudados. Volvió a darle tiempo y sitio para después seguir por el derecho, con pases medidos pero de gran calado. No afectaron las pausas entre tandas, estas dieron paso a tandas cortas y ligadas con un ejemplar que humillaba y buscaba la tela, siguiéndola con celo mientras se la dejara puesta. Hubo un trazo de mayor longitud. Cambió al natural, pero la faena se iba enfriando en aquel uno a uno en el que faltaba acople y llevarlo hasta el final. Retomó el pitón derecho sin que tomara ritmo, pasándolo sin definir.

Ginés Marín, faena de más a menos con el primero de su lote 

Ginés Marín llevó a la verónica al tercero de la tarde. Se lució en el quite Perera. Se fue a los medios y brindó al público, para después comenzar su faena alternando pitones, ganándole terreno, encontrando un ejemplar repetidor que humillaba en la tela. Siguió sobre el derecho, envolviéndose a un toro que colocaba la cara y con el que encontró expresión bajándole la mano. Se la dejó puesta y el toro siguió con celo la muleta al antojo del diestro. Cambió al pitón derecho, cruzándose, con un intento de toreo en redondo que acabó por descomponer al desarmarlo. Retomó el pitón derecho, uno a uno, en una faena que se fue enfriando, con un toro cada vez más corto pero al que le sacó pases de sabor. Fueron pinceladas que no convencieron. Los arrimones fueron de valor seco y cierto peligro, con un ejemplar que ya miraba y de poco interés en el engaño. Mató al segundo intento.

Perera desluce su faena con el acero

No dijo demasiado Perera en su saludo capotero. Brindó desde los medios, donde esperó de rodillas al de Fuente Ymbro, que no tardó en tomar la tela en aquel pase cambiado por la espalda que metió de lleno a Las Ventas en su faena. Tuvo calado e importancia aquel inicio explosivo. Le dio tiempo y sitio para después continuar por el pitón derecho, citando en la larga distancia para aprovechar la inercia y envolvérselo en una tanda breve, pero muy ligada. El animal tenía ritmo y celo en su embestida, lo que hizo que los muletazos se llenaran. Se la dejó abajo, le corrió la mano y se llevó a la cadera a aquel toro al que sometió a base de poder y nucha intensidad. Exprimió el pitón derecho y una vez metido le cambió al izquierdo, en largo, encontrando acople, dejando muletazos de uno en uno, pero con profundidad. La faena estaba hecha, culminó por manoletinas y un pase cambiado que dieron paso a una estocada al tercer intento que no fue suficiente, teniendo que descabellar.

Ureña, sin opciones con el segundo sobrero de la tarde

Ureña salió al tercio para frenar en su tela al quinto, al que bregó y llevó. El toro que inservible de los cuartos traseros y tras su paso por el caballo fue devuelto a corrales y en su lugar salió un ejemplar de El Chamaco. Resultó un toro manso y huidizo que soltaba la cara alta, muy agarrado al piso, sin interesarse en el capote de Ureña. Lo bregó ante el recelo de un animal reservón. Inició la faena entre muchos cuidados, midiendo a aquel ejemplar, pasándolo en largo dándole salida. Encontró medias arrancadas y embestidas desmedidas por arriba, viniéndose directo al cuerpo. Había un peligro latente, pero Paco Ureña decidió mostrarlo e intentarlo, también al natural, jugándosela entre avisos del animal. Topaba contra la tela, no había opciones de lucimiento. Le robó algún que otro muletazo de muchísimo mérito. Falló con el acero.

Meritoria faena de Ginés Marín ante el complejo el sexto

Se estiró Ginés Marín en su recibo capotero al sexto. Se alcanzó la faena de muleta y el diestro decidió iniciarla bajo los terrenos del tendido siete. Fue áspero en su inicio, soltando la cara. Marín tiró de el y le cambió los terrenos para disponerse sobre el pitón derecho. Buscó opciones insistiendo sobre el derecho, bajándole la mano, dejándosela muy puesta. Logró una tanda reunida y ligada con cierta uniformidad. No se podía confiar con el de Fuente Ymbro, en aquel tira y afloja. Cambió al natural, buscando las distancias, dando amplitud al trazo ante un ejemplar que punteaba la tela y se descomponía con violencia. Volvió al derecho, pero cada vez se quedaba más corto. Entre adornos, una entrega firme y mucho oficio completó su faena. Mató con acierto de una única estocada.

Ficha del festejo:

Las Ventas. Toros de Fuente Ymbro y El Chamaco (1°Bis y 5°Bis). Los animales fueron variados en comportamiento, dando opciones aunque con teclas, teniendo que saber llevarlos y dosificar para que aguantaran en la tela. Destacaron el segundo, un animal con clase y fondo, y el cuarto, que fue merecidamente aplaudido en el arrastre, tras demostrar su buena condición en la tela. Miguel Ángel Perera, silencio tras dos avisos y ovación tras aviso; Paco Ureña, silencio y silencio tras aviso; Ginés Marín, silencio y vuelta al ruedo.


 

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