7 de octubre de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Zaragoza ha celebrado una novillada picada en la que Valentín Hoyos, Miguel Andrades y Bruno Aloi se midieron a los novillos de la Machamona y Hermanas Azcona (6°Bis). Los animales tuvieron sus teclas, pero se dejaron llevar, dejando matices en la tela. Quizá les faltó algo de chispa y emoción para que las faenas pudieran ir a más. Destacó el quinto, que fue aplaudido en el arrastre, aunque también escuchó las palmas el primero de la tarde. Valentín Hoyos desarrolló una faena de entrega en la que mostró por ambos pitones a una breplaza que se dejó llevar, pero al que le faltó emoción. Hizo su faena por el pitón izquierdo, con un toreo natural de mayor acople, a pesar de tambien mostrarlo por el derecho en tandas de mucho valor. Andrades mostró disposición y ganas ante el primero de su lote, un novillo de teclas con el que dejó muletazos aislados de profundidad y determinación. Volvió a dejar pinceladas con el quinto en una faena de intensidad y entrega que remató con una buena estocada. Derrochó Bruno Aloi madurez y una gran dimensión ante el tercero de la tarde. Estuvo muy firme ante el sobrero de Hermanas Azcona, un novillo que no se lo puso fácil.
Valentín Hoyos, faena de detalles en la que faltó emoción
Valentín Hoyos frenó al abreplaza en su capote, desarrollando un saludo bregado que pudo rematar con una media. Se alargó en exceso el tercio de varas, pero el animal no se arrancaba al caballo. Una vez recibido su castigo y pasado el tercio de banderillas, Valentín Hoyos brindó al tendido e inició su faena. Lo hizo junto a las tablas, acercándose al novillo muy despacio. Lo pasó genuflexo, sacándolo al paso, bajándole la mano hasta llegar al tercio, donde lo ligó y lució. Continuó sobre el pitón derecho, dándole distancia, aprovechando después la inercia para darle continuidad. El animal atendía con prontitud, humillando y manteniéndose fijo en la tela. Le faltó un poco de ritmo y emoción, pero pasaba. Lo cambió al pitón izquierdo, tirando del animal de uno a uno, colocando y citando, habiendo más pausas en el toreo al natural. Pasaba, pero sin chispa, aún así, Hoyos logró llevarlo en una tanda por el derecho que tuvo cierto calado en los tendidos. Le metió la espada al segundo intento, teniendo que descabellar.
Andrades, faena de disposición y entrega ante un segundo de teclas
Andrades saludó al segundo de la tarde, un novillo aplaudido en su salida que le apretó y al que le costó encelar, resultando un novillo con peligro. El novillero fue el encargado de protagonizar el tercio de banderillas, tratando de lucirse, estando muy entrgado. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes brindó a Carlos Zúñiga. La inició sin probaturas, calando hondo en los tendidos. Quiso darle tiempo y sitio antes de seguir por el pitón izquierdo, llevándoselo a la cadera, envolviéndoselo. Cambió al derecho, con disposición, pasándolo a media altura, pero sin lograr limpiar los muletazos. Hubo muchos parones, tratando de reestructurar las tandas. El de la Machamona requería poder y Andrades derrochó ganas, pero sin imponerse. Dejó muletazos aislados, que fueron profundos y de calidad. Tras desarmarlo, quiso seguir por el pitón izquierdo, pero de quedaba a medio viaje.
Dimensión y madurez de Bruno Aloi ante el tercero de la tarde
Bruno Aloi trató de estirarse en el saludo capotero por verónicas ante el complejo e incierto tercero. Quiso lucirse con el capote Valentín Hoyos en su turno de quites. Tras brindar a Justo Jiménez, Bruno recibió al primero de su lote en la franela, el un inicio suave y templado en el que le trató de bajar la mano. Le dio tiempo y sitio para seguirle por el pitón derecho, muy asentado, pasándolo en largo. Desarrolló tandas cortas, con tiempo entre ellas, dosificando al de Machamona. Se asentó con el y se lo llevó a la cadera, envolviéndoselo. Cambió al pitón izquierdo, con un toreo al natural largo en el que le echó los vuelos a la cara y trató de llevárselo hasta el final. La tanda se fue ralentizando, de uno en uno, pero con sabor, asegurando el pase, con quietud, profundidad y una madurez que marcaron la faena. Le pisó la franela y le pegó el de pecho sin muleta. Retomó el pitón derecho con un novillo venido a menos, apurando las distancias, con pases en redondo que arrancaron los «olé» del respetable. Se lo pasó cerca, muy cerca. Culminó con una cuajada arruina de sello mexicano y una única estocada.
Hoyos alarga una faena sin calado
Valentín Hoyos desarrolló un saludo lucido por verónicas en el que se pudo estirar ante el segundo de su lote, un novillo que se saltó al callejón. Se le metió por dentro a Andrades en su quite. Hoyos sacó a toda su cuadrilla para brindarles. Inició la faena junto a las tablas, para sacarlo rápidamente y llevárselo a los medios. En aquellos terrenos eligió el toreo al natural para pasarlo, teniendo que sujetarlo a base de voz y la muleta en la cara. Salía ajeno, sin emplearse, teniendo que pasarlo uno a uno para encontrar la expresión. Le costaba atender a los cites, teniendo que tocarlo en el hocico para arrastrar la embestida detrás del engaño. Cambió al pitón derecho, cruzándose para después abrirlo. No pasaba. Recuperó el izquierdo, pasándolo a base de insistencia en una faena larga y sin calado. Metió la mano con habilidad.
La intensidad de Andrades corta una oreja en el quinto
Miguel Andrades saludó al quinto a portagayola con una larga cambiada de rodillas a la que le siguieron algunas más, dando emoción ante un novillo bravo. Volvió a derrochar disposición en el tercio de banderillas. Brindó en los medios y lo recibió en la franela por ayudados por alto a pies juntos, pasándolo por ambos pitones, sin rectificar. Continuó sobre el pitón derecho con un toro de embestida uniforme, pero lo desarmó. Cambió al natural, en un trazo largo en el que le dio salida. Insistió por el izquierdo en series intermitentes en las que le bajó la mano pero en las que se fue perdiendo la intensidad de la faena. Dejó muletazos de sabor, pero poco a poco se fue apagando. Le metió un espadazo y tropezó, qiedando a merced del novillo. Todo quedó en un susto.
Firmeza de Bruno ante el sexto de la tarde
Bruno saludó al sexto por verónicas, un novillo que fue muy protestado, no se desplazaba adecuadamente y fue devuelto. En su lugar salió el primer sobrero, un novillo de Hermanas Azcona al que el mexicano pasó y bregó en su capote, pues no le brindó opciones. Se alcanzó la faena de muleta y la inició de rodillas, cerca de los medios, recibiéndolo con un pase cambiado por la espada. Ligó el inicio, pero se le empezó a quedar corto, pero lo aguantó. Siguió por el pitón derecho, con ritmo, tratando de limpiar los muletazos, pasándolo asentado y firme. Depurar las embestidas, las templó y las envolvió en la tela. Cada vez se quedaba más corto. Cambió de pitón e inició el toreo al natural, muy suave y despacio, llevándolo en uno en uno, tragando aquellos parones. Hizo su faena, robándole las embestidas, toreando muy despacio. Por el pitón derecho dejó muletazos de sabor, totalmente encajado, en la continuidad del uno a uno. Culminó por bernadinas muy ceñidas y media estocada que no fue suficiente.
Zaragoza. Novillos de Machamona y Hermanas Azcona (6°Bis). Los animales tuvieron sus teclas, pero se dejaron llevar, dejando matices en la tela. Quizá les faltó algo de chispa y emoción para que las faenas pudieran ir a más. Destacó el quinto, que fue aplaudido en el arrastre, aunque también escuchó las palmas el primero de la tarde. Valentín Hoyos, saludos tras aviso y silencio tras aviso; Miguel Andrades, saludos y oreja; Bruno Aloi, vuelta al ruedo tras petición y aviso y silencio tras dos avisos.
Incidencias:
Al finalizar el paseíllo sonó el Himno de España. Se desmonteraron Juan José Domínguez y Pablo García, de la cuadrilla de Valentín Hoyos, tras el tercio de banderillas. Además el primer y quinto toro de la tarde fueron aplaudidos en el arrastre.